Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La organización Médicos Sin Fronteras denuncia con motivo de la celebración del Día Mundial del paludismo, este domingo, la "pasividad de la comunidad internacional" ante este mal, que sólo en África causa la muerte a dos millones de personas cada año y presenta la mayor tasa de mortalidad infantil.

La organización humanitaria divulgó un comunicado en el que afirma que el 90% de las muertes por paludismo cada año se producen en el África subsahariana, y es el origen de entre un 30 y un 50% de las hospitalizaciones en todo el continente.

La entidad estima que una "familia pobre africana puede verse obligada a destinar una cuarta parte de sus ingresos anuales a la prevención y tratamiento" de la enfermedad. Médicos Sin Fronteras señala que los medicamentos que hace treinta años eran eficaces en el tratamiento del paludismo, "hoy han dejado de serlo", aunque se "utilizan todavía de forma masiva".

El único modo de impedir que se utilicen medicamentos ineficaces para tratar la enfermedad y actuar de forma efectiva en el caso de epidemias -dice la organización- es financiar el uso de la artemisinina o TCA -originaria de una planta china- cuya eficacia ha sido "ampliamente probada" en otros continentes.

La organización cita datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera necesarios 132 millones de tratamientos de paludismo en el 2005. A pesar de que el costo del tratamiento con TCA "es superior al de los tratamientos tradicionales", según MSF, "este aumento se amortizará con creces en los años venideros", ya que "con el uso de tratamientos efectivos se salvarán vidas y se reducirá la enorme carga socio-económica que supone la enfermedad".

En este sentido, recuerda que "los pacientes suelen verse confinados en sus camas, incapaces de desarrollar cualquier actividad cotidiana", por lo que la enfermedad causa "considerables pérdidas de ingresos y supone una pesada carga para las familias, los sistemas de salud y la sociedad en general".

Por ello, Médicos Sin Fronteras demanda un aumento de los aportes para el tratamiento que garantice el financiamiento a largo plazo "si se quiere que los países que lo necesitan adopten un tratamiento antipalúdico más efectivo, pero más caro".

"Lo que se requiere, por tanto", agrega MSF, "es una mayor voluntad política de los gobiernos" para que aporten el financiamiento, y de "los países endémicos, para asegurar que se agilice la introducción de la TCA".

Catorce países africanos han cambiado oficialmente sus protocolos de tratamiento y cinco de ellos -Sudáfrica, Burundi, Comoros, Zambia y Zanzíbar- ya utilizan la terapia combinada con artemisinina, aunque MSF cree necesario "convencer" al resto de las naciones del continente. Asimismo, con motivo de la celebración del Día Mundial de lucha contra el paludismo, la organización demanda una reducción de los precios de estos tratamientos para "ponerlos al alcance de los países pobres".

"La falta de investigación y desarrollo" sobre esta enfermedad es, en opinión de Médicos Sin Fronteras, "otro frente que necesita respuestas".

La entidad dedicada a la ayuda humanitaria considera que "hacer frente a estos retos requiere mayor compromiso del que ha demostrado tener hasta el momento la comunidad internacional".

La malaria o paludismo, recuerda Médicos Sin Fronteras, es provocada por la transmisión de un parásito por parte del mosquito anofeles, "se ve afectada por el clima y alcanza su punto álgido durante la estación de lluvias".