Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) han comprobado en un modelo animal que la hormona adiponectina, secretada por el tejido graso, actúa en el cerebro para reducir el peso corporal.



Al contrario que la leptina, la adiponectina puede causar la pérdida de peso incrementando la tasa metabólica y no afectando al apetito, un hallazgo que puede tener futuras implicaciones en el tratamiento de la obesidad y ayudar a comprender mejor trastornos metabólicos como la diabetes.



El estudio, publicado en "Nature Medicine", se realizó inyectando la hormona en el líquido cefalorraquídeo de ratones normales. Su apetito no varió, pero sí que aumentó su metabolismo, quemando más calorías y promoviendo la pérdida de peso.



Nature Medicine 2004, doi:10.1038/nm1029