Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Hace años se descubrió una potente sustancia antioxidante, abundante en la piel de la uva y en el vino tinto, que podría ser útil para prevenir el cáncer y la enfermedad cardíaca en seres humanos. Se trata del resveratrol.



Sen embargo, un trabajo presentado en la reunión Experimental Biology 2004, que se celebra en Washington D.C. (Estados Unidos), indica que no es probable que los suplementos dietéticos de resveratrol protejan frente a las citadas enfermedades, debido a que sólo cantidades insuficientes del antioxidante llegan al torrente sanguíneo.



Eso se debe a que la degradación de la sustancia se muy rápida y eficiente, y su disponibilidad en el organismo es insignificante, según mostró el Dr. Thomas Walle, de la Universidad Médica de Carolina del Sur.



El resveratrol ha obtenido resultados muy prometedores en cultivos celulares, pero se desconocía qué sucede con esta sustancia en el organismo humano. El equipo del Dr. Walle evaluó en un grupo de 6 voluntarios la absorción y biodisponibilidad de la sustancia tras ser administrada oralmente o inyectada a dosis equivalentes a la ingesta dietética normal.



Tras la administración oral, el resveratrol aparece en orina a las 12 horas y unido a otras sustancias químicas, lo que significa que la forma activa libre no está presente ni en muestra de orina ni de sangre. Del mismo modo, tras ser inyectado, el resveratrol libre sólo se detecta en sangre en muestras tomadas a los 30 minutos de la administración. Por ello, el Dr. Walle concluye que la sustancia no alcanza la circulación sistémica.