| Los participantes en el LXXIV Congreso de la Sociedad Europea de Arteriosclerosis, que se celebra en Sevilla, acordaron una nueva definición de la arteriosclerosis, que sustituye a la hasta ahora existente, y que la considera como un proceso inflamatorio generalizado, frente al anterior concepto, que la situaba como un proceso del campo exclusivamente arterial o cardiovascular. Esta nueva definición viene dada por las nuevas corrientes de opinión acerca de la teoría inflamatoria de la arteriosclerosis. Complementariamente a esto, por tanto, se presentan numerosas evidencias de la participación de la inflamación y muy especialmente en el episodio final de la enfermedad (el infarto de miocardio), que comporta la obstrucción de la arteria. En este episodio final, debido a la trombosis arterial, el principal mecanismo desencadenante es, por tanto, la inflamación. Junto a esto, se presentó una nueva técnica de diagnóstico a través de la imagen. Esta nueva técnica permite detectar la arteriosclerosis en sus fases más precoces o iniciales. Dado que cuando la enfermedad "da la cara" en un paciente es debido a la obstrucción de una arteria, lo que genera un infarto o un accidente cardiovascular, mediante esta nueva técnica presentada hoy en Sevilla es posible visualizar la arteria antes de que se produzca esta obstrucción, es decir en sus fases iniciales. Hasta el momento, esta lesión no era aparentemente visible o evidente, ya que no se encontraba en el interior de la arteria sino en sus paredes externas, una zona que hasta el momento era oculta y a la que no se le había prestado importancia en la prevención de la enfermedad. Esta nueva técnica ha sido presentada a los más de 2.000 congresistas que asisten en Sevilla a esta reunión. Por otra parte se dan a conocer los últimos estudios que demuestran la importancia del tratamiento farmacológico de la arteriosclerosis en pacientes que todavía no han tenido la enfermedad pero que sí presentan determinados factores de riesgos definidos. El tratamiento precoz con estatinas, además de conseguir su conocido efecto reductor del colesterol, confieren al paciente una regresión de las lesiones iniciales que se encuentran en la pared externa de la arteria. También se insiste en el concepto de riesgo cardiovascular global, o lo que es lo mismo, la importancia de la suma de pequeños factores de riesgo en un mismo individuo frente a aquellos otros que sólo presentan uno de ellos en mayor grado. Según los expertos reunidos en Sevilla, "es más peligroso un paciente con índices de colesterol, presión arterial y obesidad levemente altas que un individuo que sólo presenta síntomas de colesterol muy alto". Con esta teoría se insiste, por tanto, en el concepto de la arteriosclerosis como enfermedad de origen multifactorial, cuyo abordaje debe ser de forma global en los pacientes. |
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