Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos del National Human Genome Research Institute, en Bethesda (EE.UU.), han comprobado que ratones con una mutación en el gen lamin A (Lmna) crecen lentamente y mueren cuando tienen una edad aproximada de cuatro semanas.



Ratones manipulados para que envejezcan antes de los que les correspondería naturalmente, pueden ayudar a los investigadores a comprender los síndromes del envejecimiento prematuro, según este nuevo estudio publicado en la última edición de la revista Nature.



Los defectos en el hueso, músculo y piel de estos animales se parecen a aquellos observados en los pacientes con el síndrome de envejecimiento prematuro, también llamado síndrome de Hutchinson-Gilford, una condición que afecta a uno entre cada millones de personas recién nacidas. Las células cultivadas de los ratones también mueren prematuramente.



En el presente estudio se pone en evidencia que la sola sustitución de una letra en el código genético puede causar el envejecimiento prematuro que se observa en los niños con este síndrome.