Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los varones con niveles elevados de una hormona segregada por células grasas corren menor riesgo de sufrir un ataque cardíaco, según un estudio que podría conducir a nuevos medios para prevenir o tratar las enfermedades cardíacas.

Los estudios en animales revelaron que los altos niveles de la hormona adiponectina ayudan a los ratones con diabetes a aprovechar mejor la insulina.

La adiponectina, descubierta hace algunos años, "es una presencia novedosa", y los laboratorios farmacéuticos ya están apresurándose a desarrollar tratamientos que aprovechen sus propiedades beneficiosas, dijo el Dr. Robert Eckel, un vocero de la Asociación Estadounidense del Corazón.

"Aunque las conclusiones son demasiado preliminares como para imponer los exámenes de sangre rutinarios a fin de medir los niveles de adiponectina, en definitiva esto podría tener gran valor práctico", dijo Eckel, que efectúa investigaciones similares pero que no participó en el estudio.

El estudio incluyó a 18 225 varones de 40 a 75 años a quienes se les tomaron exámenes de sangre y que fueron observados a lo largo de seis años. Durante el período de observación, 266 varones padecieron ataques cardíacos no fatales o murieron de enfermedad cardíaca. Los hombres que tenían mayores niveles sanguíneos de adiponectina presentaban un riesgo 40% inferior de ataques cardíacos o de morir de enfermedades cardíacas que quienes tenían los menores niveles.

El estudio fue conducido por el Dr. Tobias Pischon, de la escuela de Salud Pública de Harvard, y fue publicado en la edición del miércoles de la Journal of the American Medical Association (JAMA).

Según explicó Pischon, se cree que la hormona ayuda a impedir que la grasa se acumule en las arterias, reduciendo por lo tanto la probabilidad de coágulos potencialmente causantes de ataque cardíaco. También hay evidencias que podría ayudar a reducir la inflamación que puede contribuir a la enfermedad cardíaca.

Aunque la hormona es producida por las células grasas, los obesos tienen niveles reducidos, dijo Pischon. No se dispone mayormente de exámenes de sangre para detectar la adiponectina, afirmó. Eckel dijo que no está claro si conocer el nivel de adiponectina de un paciente puede ayudar a orientar el tratamiento.

Por ejemplo, perder peso contribuye a aumentar los niveles de adiponectina, pero se recomienda bajar de peso para prevenir los problemas cardíacos, observó Eckel.

En Internet: http://jama.ama-assn.org/