Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La píldora más popular contra la impotencia sexual también podría podría ser eficaz en el tratamiento de la hipertensión pulmonar, según los resultados del primer estudio clínico realizado para evaluar el potencial terapéutico de sildenafilo (Viagra) contra esta patología.



El trabajo, publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology', muestra que la actividad de los 22 participantes a los que se les suministró la popular 'píldora azul' se vio incrementada en un 40%, comparado con el grupo placebo.



La hipertensión pulmonar afecta a un pequeño porcentaje de la población, principalmente mujeres. Se caracteriza por un aumento de la presión en la arteria que transporta la sangre desde el corazón a los pulmones. Su mortalidad es muy elevada.



Aunque los resultados son preliminares -Pfizer, fabricante de Viagra, presentará los hallazgos de su propio ensayo durante la próxima reunión de la Asociación Americana del Corazón- ya son varios los especialistas que están recetando el medicamento incluso en bebés, según afirma 'The New York Times'.



Actualmente, señala el diario norteamericano, existen tres medicamentos para tratar esta patología y otros están a punto de llegar, a pesar de que se trata de una enfermedad minoritaria.



Según la publicación, este hecho podría explicarse por el aumento del conocimiento sobre el trastorno y por los beneficios que pueden obtenerse de la venta de un fármaco que se consume a diario y que se puede suministrar a un precio razonable.



Según ha apuntado Pfizer, de aprobarse este nuevo uso el medicamento se presentaría con un nombre distinto y con otra imagen (pastillas blancas y redondas), tal y como se está suministrando en los ensayos. De este modo, la forma triangular y el color azul se mantiene para su uso como terapia contra la disfunción eréctil, evitando así posibles confusiones.



En el tratamiento de la hipertensión pulmonar sildenafilo inhibe una enzima llamada PDE-5, relacionada con la cantidad de sangre que llega al pene -logrando la erección- o, en este caso, a los pulmones.



En este sentido, el doctor Michael McGoon, de la clínica Mayo, destaca en declaraciones recogidas por 'The New York Times', que los fármacos ya aprobados para tratar este trastorno "no devuelven a los afectados lo que ellos antes percibían como salud normal".



Y añade, en relación con los resultados obtenidos por Viagra, que "no se trata de un milagro" y que su efectividad puede que sea similar a la de las otras terapias pero con un menor coste.



De la prensa.