Investigadores estadounidenses han desarrollado una medicina experimental que eleva los niveles de colesterol bueno (HDL) y plantea un prometedor tratamiento contra enfermedades cardíacas, publica hoy la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra. Mejor aún, los científicos de las universidades de Pensilvania y Tufts revelaron que la medicina, llamada torecetrapib, reduce los niveles del colesterol malo (LDL). El estudio se realizó con sólo 19 pacientes, pero los resultados sugieren que la sustancia podría ser un instrumento importante en la lucha contra los problemas cardiacos. A cada uno de esos pacientes se les administró 120 miligramos de torcetrapib diariamente durante cuatro semanas. A 10 de ellos también se les dio Lipitor, una de las estatinas que se aplican en la lucha contra el colesterol malo. Los niveles de HDL aumentaron en un 46% en pacientes que sólo recibieron torcetrapib y en un 61% en aquellos que tomaron ambas medicinas. En otra etapa del estudio se dio a seis pacientes la misma dosis de la medicina pero dos veces al día y en ellos se determinó que el HDL había aumentado en un 106%. Los investigadores descubrieron que el torcetrapib también redujo en alrededor de 20% los niveles de los triglicéridos que son importantes factores de las enfermedades cardíacas. La próxima etapa consistirá en poner a prueba la seguridad y efectividad de la sustancia en un número mucho mayor de voluntarios para determinar si los niveles incrementados de HDL tienen como resultado una reducción de infartos y apoplejías. Según los expertos, esos pacientes deberán ser vigilados para determinar si la medicina, fabricada por la farmoquímica Pfizer, tiene efectos secundarios y si el cambio en los niveles de ambos tipos de colesterol reduce los factores de riesgo, especialmente en personas que sufren de obesidad, diabetes, fuman y realizan pocos ejercicios físicos. "Se necesitarán entre tres y cinco años para demostrarlo", dijo Richard Stein, portavoz de la Asociación de Cardiología de Estados Unidos y director del Centro Médico Beth Israel, en Nueva York. |