Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La mortalidad materna en Guatemala afecta a 153 de cada 100.000 mujeres. La mayoría son indígenas que, debido a su posición marginal en la sociedad, cuentan con unas condiciones de vida más precarias que el resto. El 81% de las mujeres indígenas son asistidas en el parto por personal no cualificado debido al escaso acceso a la salud en las zonas rurales. Por este motivo, la ONG Intervida desarrolla una intensa labor formativa entre las comadronas o parteras para reducir el número de mujeres que mueren anualmente.



Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy 7 de abril, la ONG Intervida ha lanzado una campaña para denunciar los altos índices de mortalidad materna, un indicador que, en su opinión, demuestra el daño extremo que algunas mujeres sufren durante la etapa reproductiva de sus vidas, provocado por la escasez y la baja calidad de los servicios de salud, la desnutrición y su posición social marginal.



Como consecuencia, alrededor de 23.000 mujeres mueren en América Latina cada año por causas relacionadas con el embarazo. Sólo en Guatemala, la tasa de mortalidad materna es todavía de 153 muertes por cada 100.000 nacimientos, cifra que dista bastante del "Objetivo del Milenio", que fijó como meta 55 muertes por 100.000 nacimientos en 2015.



En el caso de las mujeres indígenas, este indicador es mucho mayor (211 muertes por cada 100.000 nacimientos), triplicando la mortalidad de las mujeres no indígenas (70 muertes por 100.000 nacimientos), de acuerdo con el último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del año 2002.