Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio realizado en el Colegio Médico de Georgia indica que la práctica de la meditación puede reducir la presión sanguínea de los adolescentes. El estudio sometió a los estudiantes a dos sesiones diarias de meditación, una de ellas en casa y la otra en la escuela, durante un período de cuatro meses. Su presión sanguínea bajó, e incluso siguió bajando durante los cuatro meses siguientes al término de las sesiones de meditación, dijeron los investigadores.

"La meditación me calma y me permite pensar mejor acerca de muchas cosas", dijo Nick Fitts, uno de los estudiantes que participó en el estudio.

Los investigadores examinaron a 5 000 estudiantes y hallaron que 156 tenían una presión sanguínea similar a la de Fitts, que bordeaba la hipertensión. La mitad de ese grupo fue sometido a las sesiones de meditación y la otra mitad -el llamado grupo de control- fue asignada a clases de educación acerca de la salud.

Todos los participantes llevaron instrumentos que registraban su presión sanguínea todo el día y toda la noche.

El grupo de las clases no presentó reducción alguna en la presión arterial, según el estudio publicado en la revista American Journal of Hypertension.

Uno de cada cuatro adultos padece de hipertensión, que puede ocasionar ataques cardíacos y enfermedades cerebrovasculares, según el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC). Funcionarios de salud opinan que los adolescentes que tienen la presión superior a lo normal pueden desarrollar una hipertensión crónica cuando se hacen mayores.

"Ya no se considera como una enfermedad adulta", dijo Vernon Barnes, experto en fisiología del colegio médico y principal autor del estudio.

Además de reducir su tensión arterial, los estudiantes que meditaron también faltaron menos a clase, cometieron menos infracciones a las regulaciones escolares y recibieron menos sanciones que los integrantes del grupo de control, dijo Barnes.

"Es algo digno de ser tenido en cuenta por los maestros", dijo Barnes. "La meditación podría ser incluida en el currículo como parte de un programa para reducir la tensión emocional en las escuelas".