Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un grupo de científicos italianos descubrió el gen que controla el desarrollo de las células progenitoras de las neuronas, deteniendo su multiplicación en el momento justo y transformándolas en células del cerebelo.

El estudio, obra de un grupo coordinado por el Instituto de Neurobiología y Medicina Molecular del Centro Nacional de Investigaciones de Roma, fue publicado en la Journal of Neuroscience.

La investigación fue realizada en colaboración con el Instituto Telethon de Genética y Medicina de Nápoles, Instituto de Biología y Patología Molecular del Centro de Investigaciones y las universidades de Harvard, Jerusalén y La Sapienza de Roma.

El gen se llama PC3/Tis21 y favorece el desarrollo del cerebelo, el órgano que controla la coordinación de los movimientos. También se ocupa de la regulación y la diferenciación.

Detiene la multiplicación de las células progenitoras de las neuronas (en particular a las precursoras de los gránulos, la especie de neuronas más abundantes en el cerebelo) y permite que comiencen a diferenciarse y se transformen en células adultas del cerebelo.

Los investigadores descubrieron que el gen PC3/Tis21 bloquea la multiplicación de las células por medio de la ciclina D1 y da comienzo a la diferenciación a través de otro gen llamado Math1. El desequilibrio entre estos dos procesos es causa de uno de los tumores más frecuentes en los niños, llamado méduloblastoma, y el hallazgo del gen parece finalmente haber abierto un buen camino a la posibilidad futura de contar con nuevas armas eficaces para combatirlo.

"Los méduloblastomas serían causados por un problema de desequilibrio entre la regulación y la diferenciación -observó Felice Tirone, responsable de la investigación-. Pero poder controlar el gen significa lograr reconstruir el equilibrio que falta, haciendo desarrollar las células en modo correcto".

Todo esto, agregó el investigador, "nos da esperanzas de poder intervenir con éxito en el futuro, en todas esas patologías que afectan esa parte del encéfalo, antes que nada el méduloblastoma".

En laboratorio, dijo Tirone, "ya hemos verificado que, a través de este gen, es posible inhibir el desarrollo de los méduloblastomas". Se abre entonces la posibilidad de preparar en el futuro medicamentos capaces de detener el desarrollo de estos tumores.

La investigación continúa y pronto se podrán iniciar los primeros experimentos en modelos animales de la enfermedad.

Los estudios, realizados en el laboratorio del centro, permitieron descubrir, además, que el gen PC3/Tis21 induce la diferenciación también en otras áreas del cerebro.

"La confirmación molecular de esta observación -concluyó Tirone- podría permitir la posibilidad de inducir la maduración de células progenitoras de varios distritos del sistema nervioso, con implicaciones en los procesos de reparación y regeneración de áreas cerebrales que han sufrido daños a causa de lesiones".