Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un grupo de científicos ha publicado el genoma casi completo de la rata común, que al ser comparado con los mapas genéticos del ser humano y los ratones puede dar pistas valiosas acerca de la evolución y la biología de las enfermedades. El genoma de la rata parda noruega, que puede vivir tanto en las ciudades como en el campo, es sólo un 5% más pequeño en volumen que su equivalente humano, y apenas algo mayor que la secuencia genética del ratón. Alrededor del 90% de sus 25 000 o 30 000 genes tienen equivalentes en las secuencias del ratón y del ser humano.

Gary Churchill, científico del Laboratorio Jackson de Bar Harbor, Maine, dijo que poseer el genoma de dos mamíferos tan vinculados entre sí como los ratones y las ratas daría a los científicos más información genética que cualquiera de ellos por sí solos al compararlas con la secuencia del ser humano.

Un ratón y una rata pertenecen a la misma especie, pero la comparación de sus genomas podría resultar relevante también para otras especies, dijo Churchill, que no formó parte del estudio. Otros científicos han dicho que, desde el punto de vista genético, las ratas no son simplemente ratones más grandes, y vaticinan que sus diferencias también resultarán valiosas para el estudio genético. "Están mucho más alejadas en la evolución de lo que estamos nosotros de algunos monos", dijo Ian Jackson, de la Unidad MRC de Genética Humana en Edimburgo, Escocia. "En cierta forma son mejores que los ratones en las pruebas de conducta. Parecen ser más inteligentes. El genoma de las ratas podría ser una gran ayuda en la búsqueda de genes que afecten la conducta".

La investigación estuvo a cargo del Proyecto de Secuencia del Genoma de las Ratas y fue financiada por el Instituto Nacional de Investigaciones del Genoma Humano y el Instituto Nacional de Enfermedades Cardíacas, Pulmonares y Sanguíneas.

"Esta inversión está destinada a producir importantes beneficios en la lucha contra las enfermedades humanas", afirmó Elias Zerhouni, director del NIH. "Durante casi doscientos años, la rata de laboratorio ha desempeñado un papel valioso en los esfuerzos para entender la biología humana y desarrollar nuevos y mejores medicamentos", apuntó Zerhouni.

El director del NIH señaló que, con "estos datos secuenciales, una nueva generación de investigadores será capaz de mejorar claramente la utilidad de los modelos de rata y, por tanto, mejorar la salud humana".

Se estima que las ratas acarrean más de 70 enfermedades y que están implicadas en la transmisión de numerosas infecciones a los humanos, entre ellas enfermedades como el cólera, la plaga bubónica y el tifus.

A la vez, la rata de laboratorio sirve también para las investigaciones de enfermedades humanas y probar nuevos medicamentos.

La rata noruega fue el primer mamífero en ser domesticada para utilidad científica, lo que ocurrió en el siglo XIX.

Entre otras áreas, las ratas han ayudado a realizar avances en la investigación médica sobre enfermedades cardiovasculares, desórdenes psiquiátricos, regeneración neuronal, diabetes, trasplantes y cáncer, entre otros. Los resultados aparecen en la edición del jueves de la revista Nature.

Los científicos dijeron que las tres especies probablemente

heredaron sus genes de un antepasado común, hace unos 75 millones

de años, algún tiempo antes de la extinción de los dinosaurios.

Pero hay algunas diferencias claves. Por ejemplo, la rata utiliza más su sentido del olfato que el ser humano y tiene más genes dedicados a la detección de los olores.

El genoma de la rata tiene también un mayor número de genes dedicados a la eliminación de las toxinas y otros peligros que el mapa genético del ratón.

En Internet: http://www.nature.com/nature/