Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La carencia de vitaminas y minerales está mermando la población mundial. Un tercio de las personas de todo el mundo presenta problemas físicos e intelectuales originados por una inadecuada nutrición, según indica un informe publicado por la organización humanitaria UNICEF y la Iniciativa Micronutrientes.



"Todo el que se interese por el futuro de los niños y el desarrollo de las naciones debería tener en cuenta este informe", así de claro lo deja Carol Bellamy directora ejecutiva de UNICEF. "Esta cifra abrumadora deja claro que debemos llegar a toda la población y pretegerles de las devastadoras consecuencias de la deficiencia de vitaminas y minerales", añade.



El análisis pone de manifiesto las 'terribles' consecuencas de estas deficiencias en 80 países en desarrollo y determina que, si no se multiplican los esfuerzos, Naciones Unidas no alcanzará sus objetivos para 2015 de erradicación de la extrema pobreza, de mejora de la salud materna y de la reducción de dos tercios de la mortalidad infantil.



La falta de vitaminas y minerales produce anemia, cretinismo (un tipo de hipotiroidismo en la infancia debido a la falta de iodo en los alimentos) y ceguera. Además, el informe arroja luz sobre otros problemas originados por estas deficiencias como el retraso en el desarrollo intelectual por falta de hierro, alteraciones del sistema inmunológico por carencia de vitamina A (un millón de jóvenes mueren cada año por esta causa) y retraso mental por ausencia de iodo en el embarazo (20 millones de niños nacen con este problema).



"Tenemos los recursos y la tecnología necesaria para controlar estas deficiencias", asegura el presidente de la Iniciativa de Micronutrientes, Venkatesh Manna, quien se muestra partidario de un compromiso por multiplicar los esfuerzos y de tomar las medidas que permitan encontrar un solución a estos problemas.



Carol Bellamy, explica que los métodos que han funcionado en los países industrializados son ahora más baratos y fáciles de conseguir, por lo que serían "muy útiles" para controlar los efectos de la carencia de vitaminas y minerales en todo el mundo.



Alimentos enriquecidos



La forma de paliar estos problemas es añadir vitaminas y minerales a los alimentos de consumo regular. Otro sistema es distribuir jarabes, cápsulas y pastillas de bajo coste que contengan estas sustancias a niños y mujeres en edad fértil. También aboga por la Educación y la lucha contra enfermedades como malaria, sarampión, diarrea e infecciones de parásitos.



El éxito de estos mecanismos se demuestra en que un esfuerzo continuo en la promoción de la sal yodada, que consumen dos terceras partes de los hogares del mundo, permitió proteger contra deficiencias mentales cada año, a distintos niveles, a cerca de 70 millones de recién nacidos, según este estudio.



Además, actualmente más de 40 países en desarrollo pueden ofrecer como mínimo anual una dosis de vitamina A en forma de cápsula a dos tercios o más de sus niños. Hasta la fecha, se calcula que estos esfuerzos han salvado la vida de más de 300.000 niños al año y ha protegido a centenares de miles de ellos de padecer una ceguera irreversible.



Por todo ello, el informe pide a la industria alimenticia que desarrolle, saque al mercado y distribuya a bajo precio productos alimenticios enriquecidos y suplementos vitamínicos. También demanda a los gobiernos que fijen las normas que permitan luchar a través de la Educación y las legislaciones contra la carencia de vitaminas y minerales.



"Todos los niños y niñas tienen derecho a un buen comienzo en la vida", manifestó el subdirector de Unicef, Kul Gautam, durante la presentación del documento en Nueva York, coincidiendo con la XXI sesión de la reunión anual del Comité Permanente de la Nutrición de Naciones Unidas. "Sería inadmisible que no se progresara rápidamente hacia la regulación de un problema que afecta a casi un tercio del planeta y para el que existe una clara solución", sentenció.