Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los pacientes que consumen ciertos antidepresivos de uso común deben ser observados con frecuencia para detectar signos que pueden potenciar conductas suicidas, advirtieron el lunes las autoridades de salud en Estados Unidos.



El lunes, la FDA se atuvo a los lineamientos de su equipo de asesores y emitió una recomendación para que médicos, pacientes, padres y trabajadores de la salud estén atentos a señales de un empeoramiento de la depresión o de la manifestación de pensamientos suicidas al comenzar una terapia con antidepresivos o cuando se produce un cambio en la dosis.



Las autoridades solicitaron a los laboratorios que fabrican diez antidepresivos de última generación que coloquen etiquetas advirtiendo sobre estas circunstancias. La FDA se concentró inicialmente en niños, pero la advertencia apunta tanto al uso pediátrico como adulto de las drogas.



Las autoridades destacaron, sin embargo, que no queda claro que el uso de estos antidepresivos esté necesariamente vinculado con la incidencia del suicidio. Después de todo, la propia depresión puede potenciar tendencias suicidas.



Pero mientras continúan las investigaciones, las autoridades han pedido que se advierta a médicos y padres que los antidepresivos pueden causar agitación, ansiedad y hostilidad en pacientes que pueden resultar extremadamente sensibles a estos efectos secundarios.



Los antidepresivos en cuestión operan generalmente sobre el neurotransmisor serotonina y se comercializan bajo los nombres de Prozac, Paxil, Zoloft, Effexor, Celexa, Remeron, Lexapro, Luvox, Serzone y Wellbutrin.



La FDA emitió una advertencia pediátrica el año pasado, pero la medida del lunes llega más lejos luego que decenas de padres cuyos hijos púberes y adolescentes se ahorcaron o cortaron las venas poco después de comenzar la terapia con antidepresivos, rogaron a las autoridades que incluyeran estas advertencias en los medicamentos.



Los padres informaron que sus hijos estaban extremadamente ansiosos o agitados luego de comenzar el tratamiento y experimentaron impulsos suicidas.



Los estudios varían en su definición de "conducta suicida" así que es difícil establecer comparaciones claras, indicaron científicos de la FDA. Por ejemplo, entre 19 pacientes que se produjeron cortes, casi todos se infligieron heridas superficiales con poco sangrado.