Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Cada año se registran 300.000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente en todo el mundo, según un informe publicado en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los nuevos datos apuntan que este tipo de cepas "se están haciendo más resistentes y no responden a los tratamientos actuales".



La OMS precisa que, en la actualidad, el 79% de los casos de tuberculosis multirresistente son causados por cepas resistentes al menos a tres de los cuatro fármacos principales que se utilizan para tratar la tuberculosis.



Las principales zonas afectadas por este problema son Europa Oriental y Asia Central, donde las tasas de tuberculosis farmacorresistente son diez mayores que en el resto del mundo. Otras zonas especialmente afectadas son China, Ecuador, Israel y Sudáfrica.



Los datos publicados confirman la concentración geográfica de este problema en la Comunidad de Estados Independientes. Seis de las diez zonas más afectadas en todo el mundo son Estonia, Kazajstán, Letonia, Lituania, algunas zonas de la Federación Rusa y Uzbekistán, donde la farmacorresistencia en nuevos casos de tuberculosis alcanza tasas del 14%.



"La farmacorresistencia de la tuberculosis constituye un problema urgente de salud pública para los países de la antigua Unión Soviética", advierte Mario Raviglione, director del Departamento de la OMS para la Tuberculosis. "Si se quiere vencer la tuberculosis multirresistente -apunta-, todos los países deberían apoyar la rápida ampliación de la lucha contra la tuberculosis. La farmacorresistencia no será detenida por el control de pasaportes, pero sí por la inversión en la prevención mundial".



Según el informe, la estrategia más eficaz para evitar la aparición de la farmacorresistencia consiste en la aplicación de la estrategia terapéutica interna de la OMS (DOTS) destinada a asegurar que los pacientes tomen la medicación atendiendo a la prescripción médica sobre dosis y duración del tratamiento.



El informe reconoce, no obstante, que las estrategias de control de la tuberculosis en Europa Oriental y en la Federación de Rusia "han empezado a mejorar recientemente" con la introducción de la citada estrategia. En las zonas más afectadas se están introduciendo programas innovadores ("DOTS Plus") para diagnosticar y tratar eficazmente esta enfermedad. El acceso de los pacientes a los fármacos "es fundamental para el éxito de la estrategia" y el costo de estos medicamentos "ha disminuido de forma espectacular gracias a iniciativas respaldadas por la OMS", como el Comité Luz Verde, que trata de captar el pleno apoyo de las empresas farmacéuticas.



Por otra parte, este organismo entiende que la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos antituberculosos "es otra necesidad urgente, para que se pueda acortar la duración del tratamiento y tratar las cepas farmacorresistentes". "Después de un estancamiento de 40 años en el desarrollo de fármacos antituberculosos, las inversiones en investigación y desarrollo son fundamentales para ampliar las opciones terapéuticas y vencer las cepas resistentes", concluye.