Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Ninguna resistencia del VIH al inhibidor de proteasa Kaletra (lopinavir/ritonavir) se ha detectado al cabo de 108 semanas en los pacientes del estudio 863, que compara a este antirretroviral con nelfinavir.



En dicho estudio participaron 653 pacientes (326 con Kaletra y 327 con nelfinavir) que no habían sido previamente tratados con fármacos antirretrovirales, y los dos inhibidores de proteasa se administraron en combinación con los análogos de nucleósidos estavudina y lamivudina. Resultados adicionales del estudio han sido publicados en el "Journal of Infectious Diseases" de enero 2004 firmado por los Dres. D. Kempf, M. King y B. Bernstein.



Destaca el hecho de que incluso en los pacientes que no consiguieron carga viral indetectable en el grupo de Kaletra no se observó resistencia primaria al fármaco. Por el contrario, en el grupo de nelfinavir el 45% de los pacientes con rebote viral presentaba resistencias al mismo.



El porcentaje de resistencia a estavudina y lamivudina fue también sensiblemente superior en el grupo tratado con nelfinavir. Esto indica claramente, según los autores del estudio, que en una combinación antirretroviral un solo fármaco es capaz de influir en el desarrollo de resistencias al resto de componentes de la misma. Los autores explican que la notable diferencia en la aparición de resistencia a lopinavir/ritonavir en comparación con nelfinavir sugiere diferencias igualmente notables y cuantitativas en las respectivas barreras genéticas a la resistencia (número de mutaciones requerido para imponerse a la actividad del fármaco).



A la luz de los datos, los autores en el estudio entienden que debe considerarse la resistencia farmacológica como un efecto adverso más de la terapia a la hora de analizar el binomio riesgo/beneficio de los diversos regímenes terapéuticos.