Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las autoridades de salud de Estados Unidos advirtieron de que el consumo prolongado de estrógeno aumenta levemente el riesgo de que una mujer sufra un ataque apopléjico y posiblemente demencia. La comprobación de ese efecto, aunque leve, impulsó a las autoridades a cancelar un año antes de su conclusión un estudio que se estaba realizado sobre esa sustancia.

"Ésta no es una emergencia", advirtió la doctora Barbara Alving, directora de la Iniciativa para la Salud Femenina de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), que realizó el estudio. Añadió que para muchas mujeres que han utilizado estrógeno durante años "ésta es una oportunidad de preguntarse: ¿necesito verdaderamente esto, todavía?" El estrógeno, administrado solo o con progestina, proporciona el tratamiento más efectivo contra los síntomas de la menopausia, como los accesos de calor y la sudoración nocturna.

La investigación indicó que de 10 000 mujeres que estaban tomando la hormona hubo ocho ataques apopléjicos más que entre un número similar de aquellas que no consumían esas sustancias.

Por otra parte, los datos preliminares de un informe paralelo indicaron que las mujeres que consumían estrógeno tenían más probabilidades de sufrir demencia que las que consumían una sustancia inocua o placebo.

Los Institutos Nacionales de la Salud indicaron que el uso de estrógeno solo no parece ser tan peligroso como cuando se le administra con progestina.

Más aún, el organismo del gobierno federal indicó que el estrógeno consumido durante siete años no aumentó el riesgo de que la mujer desarrollara cáncer de mama o sufriera un ataque al corazón.

Según médicos del NIH, ésta es una terapia que debe ser individualizada para cada mujer. Por otra parte, el consumo del estrógeno no debe ser algo para toda la vida.