Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El riesgo de sufrir infecciones por ponerse un pendiente es mayor si el agujero se hace en el cartílago de la oreja que si se realiza en el lóbulo, según un nuevo estudio. Aunque llevar pendientes es algo cada vez más habitual, muchas personas desconocen que no todos los lugares del cuerpo reaccionan de la misma manera ante esta práctica.



La investigación destaca el importante papel que juegan las condiciones higiénicas y sanitarias de los sitios donde se realizan 'piercing', ya que si el material usado no se ha esterilizado bien, el cliente tiene más posibilidades de que se le infecte la zona adornada.



El equipo que ha llegado a estas conclusiones, publicadas en 'JAMA', inició el trabajo tras conocer que varios jóvenes de Oregón (EEUU), que se habían hecho 'piercing' en la oreja en el mismo quiosco de joyas, presentaban infecciones que habían sido provocadas por la bacteria 'Pseudomonas aeruginosa'. Éste es un organismo capaz de vivir durante un tiempo prolongado en líquidos acuosos y superficies como antisépticos.



Los investigadores, liderados por William E. Keene, del Departamento de Salud Pública de Oregón, contactaron con los individuos que de agosto a septiembre del año 2000 se habían hecho 'piercings' en dicho local. Los resultados demostraron que de un total de 118 personas, que sumaban entre todas 186 pendientes, siete (4%) tenían confirmados problemas causados por la bacteria, como dolor, inflamación o supuración de pus, 18 (10%) presentaban síntomas que también podían deberse a la infección y un 14% padeció otras complicaciones.



Los siete pacientes afectados, que tenían entre 10 y 19 años, llevaban el 'piercing' en el cartílago. Cuatro de ellos fueron hospitalizados, tres necesitaron someterse a cirugía y algunos quedaron con la oreja deformada. Al menos 63 de los 186 agujeros (34%) realizados en el quiosco se habían hecho en el cartílago superior mientras que 112 (60%) se hicieron en el lóbulo.



Tras analizar el material de todo el quiosco encontraron la bacteria en una botella que contenía desinfectante y que los trabajadores rellenaban cuando estaba vacía. La infección por 'Pseudomonas aeruginosa' puede tratarse con antibióticos, aunque éstos son más eficaces en el lóbulo que en el cartílago porque este último lugar recibe menos riego sanguíneo y no reacciona igual ante la medicación.



Los autores indican algunas de las causas que explicarían esta infección. Primero, en el quiosco usaban pistolas para perforar la oreja, que desinfectaban cada vez, en lugar de las agujas recomendadas, que están esterilizadas. En segundo lugar, los trabajadores rellenaban la botella con desinfectante, cuando lo indicado es tirarla una vez vacía. Esta práctica favoreció la aparición de la bacteria.



Para evitar estas complicaciones, los locales que realizan 'piercings' deberían tener, según los investigadores, todo el material esterilizado, condiciones higiénicas suficientes, personal preparado y entrenado y, además, tendrían que pasar inspecciones frecuentes.