La artritis reumatoide sigue siendo una enfermedad desconocida entre la población en general. La Encuesta Europea sobre Artritis Reumatoide, puesta en marcha por Abbott Laboratories en cinco países europeos (Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y España), ha reflejado en cifras el grado de la confusión y desconocimiento que existe en torno a esta patología. Así, más del 78% de los europeos reconoce "que no han oído mucho sobre esta enfermedad" en comparación con otras enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la diabetes, e ignoran el impacto devastador que la artritis reumatoide produce en las personas que la sufren. La mayoría de los encuestados no saben que produce dolor severo, desfigura las manos de las personas y les impide desarrollar actividades tan normales como vestirse, conducir, andar o ir al trabajo. Más aún, la mitad no cree que acorte la vida de los pacientes. Esta encuesta se diseñó con el objetivo de determinar el conocimiento de la población general sobre distintos aspectos de la artritis reumatoide: signos, síntomas, pronóstico y consecuencias de la misma. Según los datos de esta encuesta, el 80% de los europeos no identifican la artritis reumatoide como una enfermedad autoinmune y el 48% considera que se manifiesta en la misma proporción en hombres y mujeres, cuando en realidad es dos veces más frecuente en estas últimas (75% frente al 25%). Respecto a las causas de la artritis reumatoide, el estudio ha mostrado que el 60% de los encuestados identifica la artritis reumatoide con la artrosis, que es una enfermedad reumatológica asociada al envejecimiento. La mayoría desconoce que la artritis reumatoide puede ser hereditaria y el 44% de los europeos considera que estilos de vida actuales caracterizados por una mala alimentación o la falta de ejercicio físico determinan la presencia de la artritis reumatoide. La artritis reumatoide causa dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones de manos, pies y muñecas. Estos síntomas son, sin embargo, poco conocidos para la población general. El 20% de los encuestados se mostró incapaz de nombrar un solo síntoma y sólo el 40% apuntó tres o más. En este sentido, este trabajo ha revelado la falta de concienciación que existe sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz. Una parte importante de los encuestados afirman que no acudiría al médico aunque presentarán dos síntomas. Respecto al tratamiento, dos de cada tres encuestados aseguran que el tratamiento de la artritis reumatoide consiste en mejorar la dieta, realizar ejercicio regularmente, dormir bien y cumplir el tratamiento prescrito. El 25% considera que la artritis reumatoide se cura, el 30% cree que los fármacos que se pueden adquirir sin recta médica son eficaces para aliviar los síntomas y el 64% no están seguros que la artritis reumatoide implique un tratamiento de por vida. La artritis reumatoide afecta a más de 5 millones de personas en el mundo y en España el 0,5% de la población presenta esta enfermedad autoinmune crónica que produce una inflamación de las articulaciones de forma simétrica que da como resultado una destrucción del interior de la articulación y del hueso. "Representa, aunque la mayoría de la población lo desconozcan, una de las patologías más devastadoras e incapacitantes. Hasta hace unos años - afirma el Dr. Luis Carreño, jefe del servicio de Reumatología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid- se pensaba que la artritis reumatoide era una enfermedad benigna. Sin embargo, los estudios de supervivencia desarrollados en la década de los ochenta cambiaron radicalmente esta apreciación al demostrar que es una patología progresiva que induce una serie de lesiones irreversibles que implican un deterioro funcional y un empeoramiento de la calidad de vida". La artritis reumatoide acorta la vida de las personas entre 4 y 8 años y, a los 10 años de evolución el 67% de los varones y el 57% de las mujeres no pueden desarrollar sus actividades diarias y cerca de la mitad se ven obligados a abandonar el trabajo. "La investigación desarrollada en los últimos años, fundamentalmente en el ámbito terapéutico, ha abierto, sin embargo, nuevas expectativas y nos ha hecho pensar en la posibilidad de modificar el impacto de la artritis reumatoide 013apunta el Dr. Jordi Carbonell, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER)-. Si hace unos años nos enfrentábamos a la AR con escasas armas y sólo lográbamos una respuesta parcial. Hoy, el panorama ha cambiado y la aparición de las terapias biológicas ha transformado la aproximación a la artritis reumatoide de forma que ahora podemos bloquear y frenar su evolución ". "Las terapias biológicas 013precisa el Dr. Carreño- han marcado un antes y un después en la artritis reumatoide. Los tratamientos con fármacos modificadores de la enfermedad permitían aliviar los síntomas y controlar la enfermedad. Sin embargo, con los nuevos anti-TNF somos capaces de detener la artritis reumatoide y de esta forma prevenir su impacto sobre el paciente". |