Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La excesiva permanencia frente al televisor y el consumo de alimentos ricos en grasas se unen para hacer que los niños de Estados Unidos sean cada día más obesos, afirman dos estudios difundidos el martes. Ambas investigaciones, llevadas a cabo sobre un total de 1 100 niños con edades de ocho a diez años, muestran que cuando los niños reducen su tiempo de mirar televisión no ganan peso.

La investigación fue realizada por las entidades sin fines de lucro Kaiser Family Foundation y el Centro para las Ciencias en Interés del Público (CSPI, en inglés).

Además de la incidencia del tiempo frente al televisor, los estudios indican que los anuncios publicitarios dirigidos a los menores también ayudan a que ganen sobrepeso. Esas conclusiones han sido difundidas un día después que la Asociación de Psicología de Estados Unidos recomendara nuevas políticas para poner límites legales a los anuncios publicitarios destinados a los niños.

La Fundación Kaiser explicó que sus expertos en salud familiar no han podido determinar con exactitud por qué el ver televisión por parte de los niños está fuertemente vinculado a su obesidad. Pero sostuvieron que las evidencias apuntan sólidamente a que los anuncios publicitarios de "alimentos basura" y bocadillos influyen en el aumento de peso de estos.

También tienen una alta incidencia los alimentos con abundantes grasas que se sirven en los restaurantes, especialmente los fritos, bebidas con mucha azúcar y postres ricos en calorías.

Los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC) con sede en Atlanta (Georgia) informaron que desde 1980 se ha duplicado en Estados Unidos la proporción de niños con edades de seis a once o más años que tienen sobrepeso. Asimismo se ha incrementado en un 10% la obesidad entre niños de dos a cinco años y un 15% entre los de seis a nueve años.

El estudio de la Fundación Kaiser señala que el tiempo que los pequeños permanecen mirando televisión y películas, navegando en la computadora y con video-juegos contribuye realmente a que ganen peso.

Elizabeth Vandewater, experta en desarrollo humano de la Universidad de Texas, en Austin, dijo que los anuncios de alimentos en la televisión "trabajan muy bien" en la motivación de los niños al consumo de aquellos con muchas calorías.

Los expertos de Kaiser manifestaron que un típico niño estadounidense mira al menos 40 000 anuncios publicitarios en la televisión al año, en su mayoría de cereales, refrescos azucarados, comida rápida y caramelos.

El CSPI aseguró que la comida rápida "realmente hace a los niños más obesos". El estudio de ese centro descubrió que la mayoría de las raciones de los alimentos de comida rápida tienen de 600 a 1 000 calorías, lo cual diariamente es demasiado para niños en edades de cuatro a ocho años.