Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las personas afectadas por la gripe aviar presentan un cuadro clínico grave asociado a una alta tasa de mortalidad. Esta es la principal conclusión del primer estudio que describe los síntomas y la evolución de estos pacientes, distribuido antes de su publicación en la edición del 18 de marzo del 'New England Journal of Medicine'.



Tras analizar la evolución de 10 personas afectadas por la gripe aviar, los autores de la investigación -médicos vietnamitas y un equipo de la Organización Mundial de la Salud- afirman que hasta ahora no se ha podido demostrar el contagio de la enfermedad entre humanos. Sin embargo, mientras el virus siga circulando el riesgo de una pandemia aumenta, por lo que el control de los brotes animales debe ser prioritario para que el número de pacientes no aumente.



El artículo describe 10 casos confirmados de los 20 que hasta ahora se han comunicado en el brote de gripe aviar de Vietnam. Como en los brotes previos de Hong Kong (en 1997 y en 2003) y de Holanda del año pasado, se confirma que un virus considerado exclusivamente de las aves ha sido capaz de 'saltar' la barrera de las especies y afectar a los humanos.



Los 10 pacientes fueron ingresados en hospitales de Ho Chi Minh y Hanoi entre diciembre del 2003 y enero del 2004. Eran jóvenes (entre cinco y 24 años) y no tenían enfermedades previas. Nueve de ellos habían estado en contacto directo con aves los tres días previos al inicio del cuadro. Siete eran niños en edad escolar y tres eran granjeros.



La fuente de contagio



El tipo de contacto que habían tenido los menores con los animales variaba desde haber cuidado a los pollos en sus casas hasta vivir en un barrio donde hubiera animales afectados por la gripe aviar. En ningún caso hubo contagio de persona a persona.



Todos los pacientes tuvieron fiebre, síntomas respiratorios como fatiga y tos y un descenso en la cifra de linfocitos. Muchos también mostraban diminución de la cifra de plaquetas, alteración de la función del hígado o cifras bajas de glucemia.



Siete de los pacientes tenían diarrea y todos presentaron alteraciones llamativas en la radiografía de tórax. A todos se les dio antibióticos a su llegada al hospital, y algunos además recibieron corticoides. Cinco de los pacientes fueron tratados con un antiviral, el oseltamivir, y otro con rivabirina, también un fármaco que actúa frente a los virus.



Ocho de los afectados fallecieron durante el ingreso, un pacientes se recuperó sin secuelas pese a la gravedad del cuadro y otro estaba mejorando cuando concluyó el estudio. No se ha detectado ningún caso entre el personal sanitario que atendió a los pacientes ni en los familiares de los afectados.