Cardiólogos de toda España se dan cita estos días en Santiago de Compostela, con motivo de la Reunión Anual de la Sección de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). En este marco, se presentan los resultados del Estudio VIIDA (Estudio de la prevalencia y características del paciente con hipertensión e hipertrofia ventricular izquierda. Análisis del manejo clínico que actualmente se realiza sobre este tipo de paciente), una investigación nacional en la que han participado 5.478 pacientes hipertensos y cuyos objetivos, según explica el Dr. Vicente Bertoméu, presidente de la Sección de Hipertensión de la SEC, son los de valorar el porcentaje de pacientes hipertensos que presentan hipertrofia o aumento del grosor del ventrículo izquierdo en las consultas españolas de cardiología, y analizar el tratamiento y nivel de control de la hipertensión arterial en este tipo de pacientes. Tal como señala el Dr. Bertoméu, uno de los hallazgos más importantes observados en este estudio ha sido el elevado número de pacientes hipertensos con hipertrofia del ventrículo izquierdo, que ha superado el 25%. Este dato añadido al hecho de que casi el 50% de los más de 5.000 pacientes participantes en el estudio presentaban antecedentes de algún tipo de enfermedad cardiovascular, como infarto de miocardio, angina de pecho o ictus, supone que un número muy elevado de hipertensos españoles se encuentran en una situación de riesgo muy elevado. La presencia de diabetes en más del 27% de los pacientes estudiados, y que casi un 14% de ellos sean fumadores resulta asimismo, y según Bertoméu, altamente alarmante. Una de las evidencias más destacables que se desprenden del estudio VIIDA es el bajo control que se consigue con el tratamiento actual de este tipo de pacientes de máximo riesgo, especialmente en presencia de diabetes y/o con enfermedad vascular. Como ejemplo baste decir que, si consideramos como objetivo de tratamiento en pacientes hipertensos no diabéticos con hipertrofia ventricular la cifra de 140/90 mm Hg, el éxito sólo alcanza al 22% de ellos; en el caso de pacientes con diabetes asociada, donde el control de la presión arterial debe ser aún más estricto -130/80 mm Hg-, el éxito no llega al 7% de los pacientes. En opinión del Dr. Bertoméu, conseguir los objetivos terapéuticos en este tipo de pacientes es extremadamente complicado dada la situación en la que se encuentran, con un número muy elevado de factores de riesgo asociados. "En cualquier caso 013señala este especialista- ante estos pacientes debemos mostrar una mayor firmeza y agresividad en los tratamientos, utilizando aquellos que las propias guías de tratamiento nacionales e internacionales recomiendan para estos casos"- En este sentido el Dr. Bertoméu destaca la importancia del Estudio LIFE (Losartan Intervention For Endpoints), una investigación internacional llevada a cabo sobre más de 9.000 pacientes, referente en todas las guías de tratamiento publicadas en el último año, que demuestra que losartan, un antagonista de la angiotensina II (AIIA), reduce un 13% más la morbimortalidad cardiovascular de los pacientes hipertensos con hipertrofia del ventrículo izquierdo, que el tratamiento antihipertensivo clásico con el betabloqueante atenolol. En el caso de los pacientes que también son diabéticos, la superioridad de losartan en la reducción del riesgo de morbimortalidad en relación al tratamiento clásico alcanza el 25%. Tal como enfatiza el Dr. Bertoméu, es fundamental que, tanto especialistas como médicos de atención primaria, sigan este tipo de recomendaciones para que mejore la situación de este tipo de pacientes, "si bien es cierto 013indica- que siempre es necesario algo de tiempo para que la evidencia científica pueda transmitirse y consiga el calado necesario para que se ponga en práctica de manera habitual". |