Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El consumo regular de aspirinas podría reducir el riesgo de cáncer linfático, informó el martes un grupo de científicos, que advirtió sin embargo que hacen falta más investigaciones para demostrar la hipótesis.

Aunque se comprobaran los beneficios de la aspirina en este caso, el cáncer linfático o mal de Hodgkin es un padecimiento demasiado inusitado como para recomendar el consumo de esas pastillas como un medio preventivo, advirtieron los científicos. Recordaron que la aspirina tiene efectos colaterales, incluidas hemorragias y úlceras en el aparato digestivo. En vez de formular esa recomendación, el estudio aportaría pistas más claras sobre cómo surge este tipo de cáncer, a fin de mejorar el tratamiento.

Millones de personas ya toman altas dosis de aspirina para ayudar a prevenir los infartos cardíacos, y los estudios sugieren que la sustancia también podría reducir ligeramente el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de colon.

Los científicos en la Facultad de Salud Pública de Harvard descubrieron la posible relación entre el consumo de aspirinas y el riesgo reducido de cáncer linfático cuando estudiaban el papel que jugaba cierto virus en el padecimiento.

Para buscar factores de riesgo, los científicos compararon un grupo de control de 565 pacientes diagnosticados con la enfermedad y uno similar en edad y características étnicas sin cáncer.

Los que tomaron aspirina con bastante regularidad -al menos dos tabletas a la semana durante cinco años- redujeron en 40% sus posibilidades de desarrollar la enfermedad, informaron los investigadores en la edición del martes de la Journal of the National Cancer Institute.

El cáncer linfático está vinculado con la inflamación. La aspirina no sólo mitiga la inflamación, sino que desactivaría una proteína, llamada factor de transcripción, que resulta importante para que las células cancerosas sobrevivan, dijo la epidemióloga Ellen Chang, principal autora del estudio.

Otros analgésicos no afectan a esa proteína, y el estudio no detectó beneficios de otros medicamentos antinflamatorios, como el ibuprofeno. Sin embargo, el acetaminofen es un tipo distinto de analgésico, y el informe encontró que el riesgo del cáncer linfático era 70% mayor entre los consumidores regulares de ese compuesto.

Los investigadores advirtieron que los consumidores no deben asustarse por el hallazgo sobre el acetaminofen, pues la información podría ser errónea. Los pacientes de cáncer linfático podrían haber utilizado el acetaminofen anteriormente debido a los síntomas tempranos de la enfermedad, lo que podría haber introducido confusión en la investigación, dijo Chang.

01CNo hay una razón biológica clara para que el acetaminofen pudiera estar asociado con un mayor riesgo de la enfermedad de Hodgkin01D, dijo Chang, que actualmente está en el Instituto Kaarolinska de Suecia. Pero 01Ctiene sentido que la aspirina pudiera estar asociada a un menor riesgo de la enfermedad porque la aspirina tiene la inigualable propiedad de la inactivación del factor de transcripción01D, dijo.