Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores italianos del Policlínico Rossi de la universidad de Verona descubrieron una nueva forma del mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina (EEB) que, por semejanza con el modo esporádico de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), permite especular que alrededor del 10-20% de los casos humanos esporádicos no son tales, sino contagio con el prión bovino.

Como anticipó en una intervención el coordinador de la investigación, Salvatore Monaco, las pruebas definitivas de esta nueva enfermedad bovina se tendrán a partir de finales del verano (boreal) gracias a experimentos en cobayos, bovinos y monos en parte en fase de preparación, en parte ya iniciados.

El equipo veronés, del cual forma parte también Gianluigi Zanus, trabajó juntó a María Caramelli del Instituto Zooprofiláctico de Turín -centro de referencia nacional para la EEB-, descubriendo que en algunos bovinos reconocidos con resultados positivos a las pruebas para la enfermedad, el prión asume una conformación diferentes de la conocida hasta ahora y además el cerebro de esos animales se parece más al de las personas que tienen la ECJ esporádica y no a la de los bovinos con EEB.

La nueva forma de vaca loca, explica Monaco, cuyo trabajo es publicado en el último numero de la revista de la Academia Norteamericana de las Ciencias (PNAS) fue bautizada encefalopatía espongiforme amiloidótica bovina (BASE, en inglés) porque el cerebro de esas vacas enfermas presentó la acumulación de placas amiloides no presentes en los bovinos con EEB.

Además, la distribución del prión en el cerebro, agrega Monaco, es muy diferente a la vista en la EEB y muy parecida al subtipo 2 de la forma humana esporádica de la ECJ.

El trabajo se basó en el análisis de del cerebro entero de ocho bovinos que resultaron positivos a las pruebas para la EEB. En dos de estos los científicos por primera vez hallaron la BASE. "El descubrimiento se puede considerar casi casual, declara el experto, porque el proyecto de investigación inicialmente se proponía ver la distribución del prión en las varias partes del cerebro, y así durante las observaciones nos dimos cuenta del nuevo prión".

"Los dos bovinos provenientes de criaderos del norte de Italia, relata Monaco, eran por muchos aspectos diferentes al bovino típico con EEB, por ejemplo eran mucho más ancianos, once uno y 15 el otro, respecto a la edad promedio de la enfermedad". La hipótesis más acreditada por el momento, agrega el neurólogo, son dos: la primera es que la BASE sea una variante esporádica de la EEB bovina; la segunda que en cambio sea otra forma de EEB de contagio.

A eso se agrega la convicción de todos los científicos que se ocupan de enfermedades priónicas que al menos algunos de los casos humanos diagnosticados como esporádicos en realidad no lo sean, pero deriven del contagio con material bovino infectado.

En Suiza, subrayó Monaco, por ejemplo, en los últimos años la incidencia de los casos esporádicos pasó del 1 a 1,5% al 4%, valorando esta hipótesis. "Aquí, declara el científico, la incidencia parece estable en torno al 2% pero luego hay casos extraños como una ciudad de 300 mil habitantes en la cual se registraron en un sólo año tres pacientes con la ECJ esporádica, lo cual hace saltar el promedio".

La prueba final de la existencia de la BASE exigirá algunos meses y será posible gracias también a la colaboración de los laboratorios franceses que se ocuparán de inocular el nuevo prión en los monos y de los investigadores de Brescia (norte) que ya comenzaron en los cobayos biotech que tienen algunos genes comunes con el hombre. Será necesario ver, concluye Monaco, si el nuevo prión dará la BASE en los conejillos de indias infectados