Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores españoles de la Universidad de Santiago de Compostela publican un estudio en "Stroke" donde ponen de manifiesto que la presión arterial bajo o alta durante las primeras fases de un ictus se asocian a lesiones cerebrales y a un peor pronóstico.



El Dr. José Castillo, primer firmante del estudio, señala que no existe un consenso general sobre cómo debe manejarse la presión arterial en la fase aguda del accidente cerebrovascular y que los estudios al respecto han ofrecido resultados contradictorios.



Para investigar el tema, examinaron la relación de la presión sistólica y diastólica durante las primeras 24 horas tras un ictus en 258 pacientes. De este modo observaron un efecto en forma de "U". Por cada 10 mm Hg por debajo de 180 mm Hg en la presión sistólica, el riesgo de deterioro neurológico aumenta en un 6%, el de un mal pronóstico en un 25% y el de muerte a los 3 meses en un 7%.



Por otro lado, por cada 10 mm Hg por encima de 180 mm Hg en la presión sistólica, el riesgo de deterioro neurológica se incrementa en un 40%, el de mal pronóstico en un 23%, pero no parece afectar al riesgo de muerte.



Los autores señalan que se observa un efecto similar en relación con la presión diastólica, tomando como cifra de referencia 100 mm Hg