Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos confirmaron el jueves que un nuevo método no invasivo es eficaz para determinar, a partir del primer trimestre del embarazo, el riesgo de que un bebé nazca con síndrome de Down.

Durante una reunión anual en Nueva Orleans (Luisiana), la Sociedad para la Medicina Materno-Infantil (SMFM, siglas en inglés) reveló que la ecografía o sonograma que mide la densidad de la nuca y otros indicadores biométricos es efectiva a la hora de determinar a partir de los tres primeros meses de gestación el riesgo de que el feto padezca este síndrome. El autor del estudio, Fergal Malone, que llegó a esta conclusión basándose en un estudio efectuado a 38 000 embarazadas, explicó en un comunicado que se trata del primer estudio que se realiza en Estados Unidos en el primer y segundo trimestre de gestación. A raíz de las pruebas, "hemos encontrado que la ecografía para medir el espesor de la nuca, aunada a ciertos indicadores séricos, es la mejor forma de evaluar el riesgo del síndrome de Down en el primer trimestre de embarazo y tiene un efecto similar en el segundo trimestre01D, dijo Malone.

Lo novedoso del método es que las mujeres embarazadas que deseen hacerse la prueba, no tendrán que recurrir a una amniocentesis o biopsia coriónica, que suelen ser más costosas y acarrean más riesgos.

La nueva prueba, denominada evaluación de riesgo en el primer y segundo trimestre (FASTER, por sus siglas en inglés), utiliza una imagen de ultrasonido para medir el fluido acumulado en la nuca del feto.

Si los pliegues de la nuca se muestran inflamados por la acumulación de líquido, "esto puede ser un indicio del síndrome de Down", explicaron los investigadores en el comunicado.

Después de someterse a esa prueba, las pacientes tendrían la opción de realizar análisis, como la amniocentesis y la biopsia coriónica, para obtener un diagnóstico más detallado.

La aparición de este método, que también ha sido investigado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, beneficiará a un creciente número de mujeres que esperan hasta después de los 35 años para quedar embarazadas.

El síndrome de Down, que es la primera causa congénita de retraso mental, se diagnostica antes del nacimiento mediante el cariotipo, o muestras cromosómicas de células fetales. El examen se puede realizar en una muestra de sangre, de médula ósea, de líquido amniótico o de tejido placentario.

Los riesgos que un bebé nazca con síndrome de Down aumentan cuando la mujer es mayor de 35 años. Las autoridades estadounidenses han indicado que, en una mujer de 40 años, las posibilidades son de una en cada 110 embarazadas. Por esa razón, los médicos recomiendan estas pruebas a embarazadas de 35 años o mayores y a las que tengan un riesgo elevado de síndrome de Down por otras razones: embarazo previo afectado o ser portadora de una transposición cromosómica relacionada con ese síndrome.

Estas nuevas pruebas también "ofrecerán a las embarazadas de cualquier edad y que quieren evitar las pruebas invasivas, otra forma de conocer su nivel de riesgo", comentó la investigadora Mary D'Alton, antigua presidenta de la Sociedad para la Medicina Materno-Infantil.