Aproximadamente 700 de los 124.000 casos de cáncer que cada año se diagnostican en el Reino Unido pueden atribuirse a la exposición al diagnóstico mediante rayos X, es decir, un 0,6% del total. La cifra procede del cálculo de un grupo de cientÃficos británicos que han cuantificado el riesgo derivado de estas técnicas de imagen en el desarrollo de ciertos tipos de tumores. Pese a todo, hay acuerdo entre la comunidad cientÃfica en que los beneficios que aportan son superiores a los potenciales perjuicios. Estas técnicas de diagnóstico (radiografÃas, tomografÃas computerizadas...) constituyen actualmente la principal fuente de exposición a radiaciones a la que está sometido el ser humano. En total, se estima que los rayos X suponen un 14% de todas las emisiones de rayos a las que exponemos nuestros organismos en las sociedades modernas. Y pese a los beneficios que aportan (diagnóstico precoz, detección de tumores...), la comunidad cientifica admite que su uso eleva mÃnimamente el riesgo de padecer cáncer. De ahà la importancia de este detallado cálculo llevado a cabo por cientÃficos de la Universidad de Oxford (Amy Berrington) y del 'Cancer Research' (Sarah Darby), cuyas estimaciones no se han limitado al Reino Unido, sino que incluyen además cifras de otros 14 paÃses desarrollados (Australia, Canadá, Croacia, República Checa, Finlandia, Alemania, Japón, Kuwait, Holanda, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza y Estados Unidos). La influencia de las emisiones de rayos X procedentes de estos dispositivos de diagnóstico por imagen en los casos de cáncer oscila desde el 0,6 que ostenta Gran Bretaña hasta el 3% de los japoneses, que ocupan el primer puesto en el ránking mundial de paÃses que más radiografÃas hacen cada año (tres veces superior a las de Gran Bretaña, por ejemplo). Los autores, cuyo trabajo ha publicado la revista 'The Lancet', admiten la dificultad que tiene llevar a cabo este tipo de cálculos, "basados en una serie de suposiciones y aproximaciones estadÃsticas", y aunque no descartan que puedan estar mÃnimamente sobrevalorados, descartan totalmente la posibilidad de que hayan infravalorado sustancialmente la realidad. De hecho, investigaciones similares llevadas a cabo hasta ahora apuntaban que las probabilidades de padecer cáncer ligeramente superiores a las que firman Berrington y su equipo. Por ejemplo, las últimas estadÃsticas procedentes de Estados Unidos y pubicadas en 1981 hablaban de que un 0,5% de las muertes por cáncer eran atribuibles a los rayos X. En esta ocasión, esta cifra se eleva hasta el 0,9. Y es que, aunque la dosis de radiación ha descendido paulatinamente, el número de exposiciones se ha incrementado un 20% en todos los paÃses desarrollados. Éstas son, por el momento, las estadÃsticas más detalladas que se han publicado. Se han tenido en cuenta, entre otros factores, el tipor de dispositivo empleado en cada paÃs, las dosis emitidas asà como los diferentes tipos de cáncer relacionados con la radiación. Más beneficios que riesgos En un comentario que acompaña al trabajo, dos cientÃficos de la Universidad de Munich (Alemania) introducen un matiz a las cifras de sus colegas británicos. "Berrington y su equipo no han valorado las indicaciones y beneficios que aportan los rayos X a numerosos pacientes, incluso en la detección precoz de numerosos tipos de tumores y la opción de comenzar el tratamiento cuanto antes". En opinión de los autores alemanes, es probable que los beneficios sean superiores al daño que pueden causar las radiografÃas, por lo que apuestan por hacer un planteamiento intermedio: Evitar todas las radiaciones innecesarias. "Hasta un 30% de las radiografÃas de tórax son prescindibles, mientras que las tomografÃas computerizadas innecesarias alargan la estancia en el hospital e incrementan la exposición a las radiaciones", señala Peter Herzog, uno de los firmantes, por lo que solicita a los especialistas que valoren los riesgos y beneficios de estas técnicas antes de hacer a los pacientes pasar por ellas. |