Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de Cochrane Vaccines Field, en Roma (Italia), informan en la última edición mensual de la revista The Lancet Infectious Diseases que el aluminio en las vacunas de difteria, tos ferina y tétanos no causa efectos adversos de larga duración.



Las sales de aluminio (sulfato potásico de aluminio, sulfato de aluminio y hidróxido de aluminio) se han empleado durante décadas en formulas de vacunas como adyuvantes (estimuladores no específicos de la reacción inmune), y en este papel son vitales para la eficacia protectora de las vacunas.



Pero se ha culpado al aluminio de los efectos secundarios detectados en algunos receptores de la vacuna, tales como reacciones locales en el lugar de la vacunación y un síndrome progresivo crónico llamado miofascitis macrofágica.



Sin embargo, reemplazar al aluminio con otro adyuvante, supondría una reinversión de esfuerzos masivos en cuanto a la necesidad de testados clínicos y renovación de licencias, además, no existe aún un reemplazo disponible.



Tras un exhaustivo análisis de la literatura médica, los autores del presente trabajo han reunido datos de cinco estudios publicados. Han comparado los efectos adversos en dos casos: vacunas conteniendo hidróxido de aluminio comparadas con vacunas sin adyuvantes para niños con edades de hasta 18 meses, y vacunas conteniendo distintos tipos de aluminio en comparación con vacunas sin adyuvantes para niños de entre 10 y 16 años.



Pese a que las vacunas conteniendo aluminio presentaban mayor disposición, que las vacunas sin adyuvantes, a causar eritema y edema de la piel en los niños pequeños, y dolores locales, que podían durar hasta 14 días en niños más mayores, no había evidencias de que las vacunas conteniendo aluminio fueran las responsables de los efectos secundarios serios de larga duración.