Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un análisis de sangre es el primer paso en un chequeo médico para comprobar el estado general de salud. Pero investigadores japoneses también han demostrado que un análisis rutinario puede sacar a la luz enfermedades dentales que no sólo deterioran la dentadura sino que ponen al paciente en grave riesgo de sufrir otras patologías; desde problemas cardiacos a osteoporosis, informa el diario ABC en su edición del sábado, 24 de enero.

En un futuro próximo cuando acuda a un centro sanitario a realizarse un chequeo rutinario su médico probablemente no se limitará a comprobar sus niveles de colesterol, triglicéridos o la cantidad de hematíes, entre otros parámetros. Puede que al contrastar su análisis de sangre no sólo le recete fármacos para, por ejemplo, controlar el colesterol, sino que le recomiende visitar al dentista para comprobar su salud bucodental. Esta situación hoy sería extraña, aunque según un grupo de investigadores japoneses podría convertirse en un acto rutinario, a la luz de sus descubrimientos.

Lo que han demostrado los médicos de la Universidad AichiGakuin de Japón es que la sangre también puede revelar enfermedades periodontales encubiertas, es decir, problemas que no sólo ponen en riesgo a encías y dientes, sino la salud general. La bacteria presente en la placa dental causa la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis). Si no se retira, cuidadosamente, todos los días con el cepillo y el hilo dental, la placa se endurece y se convierte en una sustancia dura y porosa llamada sarro que va destruyendo encías y dientes. Pero la bacteria de la placa dental también puede introducirse en el torrente sanguíneo y viajar hacia otros órganos provocando nuevas infecciones. Ésta es la razón por la que desde hace algunos años, se insiste en que los enfermos más vulnerables vigilen estrechamente su boca para evitar graves complicaciones.

En su estudio también han comprobado que los hombres tienen más problemas que las mujeres con su salud dental. El informe se publica en Journal of Periodontology, la revista de la Academia Americana de Periodontología tras examinar la salud dental de 7 452 hombres y mujeres y analizar 37 parámetros diferentes en su sangre. Algunos de estos parámetros medidos incluyen colesterol, glucosa, triglicéricos, recuento de glóbulos blancos y nivel de proteína C reactiva, un factor relacionado con las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Los resultados se compararon con la salud bucodental de los participantes en el estudio, comprobando el sangramiento de las encías o bolsas de infección. y encontraron una relación entre la salud general y bucodental. 01CEncontramos que si el colesterol, los trigilicéridos o cualquiera de los parámetros medidos se alejaban de los valores estándar, el paciente también tenía síntomas serios de enfermedad periodontal01D, comentó Yuko Takami, autor del trabajo.

Lo que no han podido encontrar los investigadores japoneses es una razón para explicar por qué los hombres tienen más problemas dentales que las mujeres aunque apuntan a un motivo hormonal.

Otro estudio, publicado en agosto en la misma revista, había demostrado previamente la relación entre la proteína C reactiva (CRP, en inglés) y la salud bucodental. En concreto, se ha encontrado que la proteína se reduce significativamente en los pacientes después de un tratamiento periodontal. Para el presidente de la Asociación Americana de Periodontología, Michael Rethman, ese hallazgo es una prueba más de que las personas con riesgo coronario deberían controlar con esmero sus dientes y encías.

Que la boca es el reflejo de la salud es una certeza con la que llevan peleando los odontólogos desde hace cinco años para hacer conciencia a la población. Desde entonces, se han ido sumando estudios en los que se demuestra cómo contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, descontrola la diabetes, aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer, o amenaza a enfermos crónicos comprometidos por la diabetes, dolencias respiratorias o artritis reumatoide y osteoporosis. Incluso se ha encontrado un vínculo con la obesidad. Pero la conexión más documentada es la de la diabetes y enfermedades del corazón con los problemas dentales.

La enfermedad periodontal se detecta más en diabéticos porque estos enfermos son más susceptibles a contraer infecciones. Los últimos datos apuntan también a que las infecciones dentales predispongan o exacerben la diabetes. Un estudio estandarizado, controlado, de tratamiento periodontal en personas diabéticas mostró una reducción en la necesidad de insulina. En otro trabajo también comprobó que la periodontitis severa -la fase más avanzada de la enfermedad periodontal- puede representar un importante factor de riesgo para la progresión de la diabetes, por lo que los odontólogos piden que se tenga en cuenta la salud bucodental en el control de la glucosa.

En el caso de los enfermos cardiovasculares, las infecciones dentales pueden llegar a causar una endocarditis, es decir la inflamación del recubrimiento interno del corazón y de sus válvulas. Los expertos creen que cuando a una persona se le diagnostica la enfermedad periodontal, una tarea tan normal como la de masticar o cepillarse puede lastimar el tejido de la encía, permitiendo que la bacteria entre al flujo sanguíneo. También se ha comprobado que si la bacteria encontrada en la cavidad oral entra al torrente sanguíneo, se adhiere a las placas grasas y puede contribuir a la formación de coágulos y placas de ateroma. Se estima que las personas que padecen enfermedad periodontal corren el doble de riesgo. Estos hallazgos han llevado a considerar la enfermedad periodontal como un importante factor de riesgo para la enfermedad del corazón, además del hábito de fumar, la diabetes, la hipertensión y un alto nivel de colesterol.