Decenas de investigadores trabajan febrilmente en laboratorios en Hong Kong y Japón para desarrollar una vacuna contra el virus de la gripe aviar, que amenaza con pasarse a la especie humana y provocar una pandemia de graves proporciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha ocultado la gravedad potencial de la situación: el virus que afecta la industria avícola de Vietnam, Tailandia, Corea del Sur y Japón, altamente patógeno, es capaz de combinarse genéticamente con el virus de la gripe humana para originar una nueva cepa capaz de pasarse de humano a humano. Las últimas noticias desde los laboratorios no hacen más que confirmar los peores temores: los análisis de la cepa H5N1 del virus aislado en personas y aves en Vietnam, muestran considerables diferencias con el virus que afectó a Hong Kong en 1997 y el 2003. Es decir, el virus ha mutado ya. Es posible que la humanidad no esté en condiciones de enfrentar su nuevo "rostro". De las 15 cepas de virus de influenza aviar, que normalmente afectan a aves y cerdos, la cepa H5N1 tiene una cualidad única: puede ocasionar una grave enfermedad, con una alta mortalidad, en seres humanos. Más aún, tiene otras cualidades que la hacen aún menos confiable: es genéticamente lábil y sumamente hábil para eludir las defensas del organismo. Por una parte, este virus carece de mecanismos para corregir y reparar los errores que ocurren durante su replicación en humanos y animales, creando permanentemente nuevas cepas. Por otra, las diferentes especies y cepas de virus pueden fundir su material genético, originando subtipos completamente diferentes a sus padres. Ahora, si, más aún, el nuevo virus contiene genes de influenza humana, podrá transmitirse fácilmente de persona a persona. Esta mortal combinación del azar y la genética ha resultado históricamente en pandemias altamente mortales, pues las poblaciones no están preparadas para enfrentar el nuevo virus ni hay vacunas que lo combatan. Es ésta la razón por la cual la OMS ha dado la alarma mundial. La gripe aviar, producida por la cepa tipo A del virus de la influenza o gripe, es una enfermedad conocida desde hace cien años, cuando fue identificada por primera vez en Italia. Las aves migratorias, en especial los patos, son resistentes al virus en los mercados de las ciudades. Investigaciones recientes han mostrado que virus de baja virulencia pueden mutar hacia formas altamente patógenas tras circular en una población avícola, señala la OMS. Así se vio en la epidemia del virus H5N2 que afectó a Estados Unidos en 1983-1984, que alcanzó una mortalidad del 90%, debiendo sacrificarse más de 17 millones de aves. Lo mismo ocurrió en la epidemia que afectó en 1999-2000 a Italia y por la que perecieron 13 millones de aves. La condición para que la enfermedad pase al ser humano parece ser que es que haya humanos viviendo en estrecho contacto con aves y cerdos. Los cerdos pueden infectarse con virus tanto aviares como mamíferos, incluyendo las cepas humanas, con lo cual su organismo se presta para la recombinación del material genético. Hay, sin embargo, evidencia de que también el organismo del ser humano puede cumplir la misma función. El primer caso documentado de infección humana con el virus de gripe aviar ocurrió en 1997 en Hong Kong, donde la cepa H5N1 infectó a 18 personas y mató a seis. La drástica matanza de toda la población avícola de Hong Kong (1,5 millón de aves) en apenas tres días impidió que el contagio humano se agravara, evitándose una pandemia. La enfermedad reapareció en febrero del 2003 en la antigua colonia británica, con dos casos y una muerte. Otro brote de gripe aviar, por la cepa H7N7, en febrero del 2003 en Holanda, mató a una persona e infectó levemente a 83, obligando a sacrificar 30 millones de aves en apenas una semana. Otra cepa, la H9N2, volvió a atacar a Hong Kong en 1999 y en diciembre del 2003. Las pandemias de gripe ocurren históricamente de tres a cuatro veces cada cien años, pero en realidad son impredecibles. En el siglo XX, la primera pandemia de 1918-1919, que mató entre 40 y 50 millones de personas en el mundo entero, fue seguida por las de 1957- 1958 y de 1968-1969. El brote actual de gripe aviar, sin precedente histórico por su amplitud y su virulencia, podría empeorar. Y la próxima pandemia sería "inevitable y posiblemente inminente", según expertos citados por la OMS |