Una epidemia de fiebre amarilla que afecta al norte de Colombia ha causado hasta el momento la muerte de ocho personas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades sanitarias para controlar la enfermedad mediante una campaña de vacunación y fumigación, informó el jueves el gobierno. El ministro de Protección Social, Diego Palacio, dijo que desde finales de diciembre hasta la fecha se han comprobado 27 casos de la enfermedad, incluidas las víctimas fatales. "Tenemos a la fecha ocho personas muertas por la epidemia de fiebre amarilla", dijo Palacio a periodistas. El foco de la epidemia se localiza en la Sierra Nevada de Santa Marta, una exótica región de selvas y montañas frente al Mar Caribe, habitada por indígenas y colonos y visitada cada año por miles de turistas colombianos y extranjeros. La región incluye a los departamentos de Guajira, Magdalena y Cesar. Sin embargo, se han detectado casos en otras zonas del país, como Bogotá, a donde llegaron turistas procedentes del norte colombiano. El ministro de Protección Social dijo que la epidemia no ha afectado ningún centro urbano. En un esfuerzo por evitar la propagación de la epidemia, el gobierno cerró el miércoles cinco parques naturales muy visitados por turistas a lo largo de su costa del Caribe, incluido el de la Sierra Nevada de Santa Marta. Además, intensificó las campañas de vacunación y fumigación para eliminar el mosquito transmisor de la enfermedad. La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa de fácil contagio que representa una gran amenaza para la salud pública y que se caracteriza por ataques repentinos de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular generalizado, náuseas y vómito. Miles de personas están acudiendo a hospitales y centros de salud de diferentes regiones, incluidas ciudades como Bogotá y Medellín, para recibir la vacuna. Palacio informó que Colombia envió un avión a Brasil para traer 1,5 millones de dosis de vacuna, que se sumarán a las 500.000 que donó el fin de semana el gobierno de Venezuela para atender la emergencia. El ministro denunció el pasado domingo que los grupos armados ilegales que operan en las zonas de riesgo han entorpecido la llegada de comisiones sanitarias para vacunar a los residentes rurales. |