Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Muchos de los pacientes con infección por VIH en tratamiento antirretroviral que enferman en la actualidad lo hacen por motivos ajenos a la propia infección por el virus. No es más que un reflejo de que los nuevos tratamientos están siendo eficaces en el control de los problemas directamente realcionados con la presencia del VIH en el organismo. Cada vez los afectados se asemejan más a los no infectados a la hora de enfermar.



Durante los primeros años de la epidemia los pacientes aquejados de sida enfermaban fundamentalmente a consecuencia de las complicaciones producidas por el virus. Las infecciones oportunistas, es decir las que aparecián como consecuencia de la bajada de las defensas, y los tumores eran causantes de las afecciones, de los ingresos en el hospital y de la muerte de estos enfermos. Sin embargo, el control de la infección con el tratamiento antirretroviral parece haber cambiado radicalmente este panorama.



En un trabajo publicado en la revista 'Journal of Acquired Immunodeficiency Syndrome' se examinan las complicaciones que van apareciendo a lo largo de cinco años de seguimiento en 3.000 pacientes con infección VIH que recibían tratamiento antirretorviral en EE.UU. Durante el seguimiento, 675 pacientes presentaron una enfermedad grave y 336 desarrollaron al menos una enfermedad típica del sida. En total fallecieron 272 del total de sujetos infectados incluidos en el análisis.



Las complicaciones más graves fueron las relacionadas con el hígado (hepatitis y cirrosis fundamentalmente) ya que aparecieron en 148 pacientes. Las causantes más frecuentes de muerte, fueron las de origen cardiovascular justamente las mismas que en los individuos de esa edad no infectados.



El riesgo de morir por una de las enfermedades típicas del sida fue similar al riesgo de morir por una enfermedad que no tenía nada que ver con la infección VIH. Es justamente esta circunstancia la que hace afirmar a los investigadores que estos pacientes se parecen cada vez más a la población no infectada por el VIH.



Es probable que con la medicación antirretroviral estemos asistiendo a la transformación de la infección VIH en una enfermedad crónica más, cerca de asemejarse a otras habituales como la hipertensión, la diabetes o la enfermedad coronaria. De ser cierta esta metamorfosis, será trascendental conocer la evolución a largo plazo de los pacientes, saber cuántos presentan complicaciones relacionadas con la infección, cuántos con los tratamientos y cuántos con otros problemas asociados a su edad o a otras enfermedades que pudieran padecer dsitintas a la infección VIH.