Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El crecimiento de los niños en los países en vías de desarrollo está directamente vinculado con el acceso al agua de las familias y a las instalaciones sanitarias disponibles, según un estudio efectuado en Perú y publicado por el semanario británico The Lancet, en su edición del sábado.

William Checkley (universidad Johns Hopkins de Baltimore, Estados Unidos) y sus colegas estudiaron el impacto del acceso al agua potable y a los desag�es en la salud de 230 niños de Pampas de San Juan, cerca de Lima, un poco más pequeños que la media. A los dos años, los 53 niños que vivían en las peores condiciones en materia de acceso al agua y no gozaban de letrinas ni de desag�es tenían en promedio una estatura inferior en un centímetro a la de 58 chicos de la misma edad que vivían en mejores condiciones (agua corriente, buenas condiciones de higiene para el almacenamiento del agua potable, desag�es). Los niños que vivían en las peores condiciones también tenían diarreas con mayor frecuencia (54%) que los 58 chicos en mejor situación sanitaria.

La ausencia de desag�es significaba un déficit de crecimiento de 0,9 cm en dos años. Las condiciones de almacenamiento del agua (recipientes sin tapa que favorecen la contaminación por microorganismos o cisternas externas cubiertas) también desempeñan un papel en el estado de salud y en el crecimiento de los niños. Las diarreas son más frecuentes (28%) cuando el agua está conservada en recipientes abiertos.

Entre las 133 familias con agua corriente, la ausencia de desag�es y el mal almacenamiento del agua influyen en la estatura de los niños: a los dos años, miden 1,8 cm menos que aquellos que disponen de desag�es y conservación del agua en buenas condiciones higiénicas.

El crecimiento de los niños refleja su estado nutricional. Las diarreas pueden causar o agravar una malnutrición incluso moderada susceptible de afectar la capacidad intelectual y a la futura inserción social. Es necesario entonces mejorar el acceso al agua y a las instalaciones sanitarias en los países en vías de desarrollo, según William Checkley.

Al recordar que 2 900 millones de personas en el mundo no gozan de un correcto aprovisionamiento de agua y que 4 200 millones viven sin desag�es, Rebecca Dillingham y Richard Guerrant (universidad de Virginia) insisten en un comentario sobre la urgencia de tomar medidas para enfrentar "el aplastante costo social a largo plazo de un abastecimiento inadecuado de agua, condiciones sanitarias mediocres y la diarrea del niño pequeño