El Año Nuevo Lunar, la mayor fiesta del continente asiático, ha comenzado con malas noticias: una camarera del sudeste de China y un periodista de una cadena de televisión de Hong Kong están siendo evaluados para determinar si padecen neumonía atípica (Síndrome Respiratorio Agudo Severo, SRAS). Esta misma semana, las autoridades sanitarias chinas confirmaron la aparición del primer caso de la enfermedad desde que se declaró el fin de epidemia. Mientras la camarera se considera un posible caso de la enfermedad, el diagnóstico del periodista está a la espera de que se conozcan los resultados de los análisis. Otros dos periodistas han dado negativo en las pruebas y en principio se considera que no padecen neumonía atípica, según han afirmado hoy las autoridades sanitarias de Hong Kong. "No tienen neumonía, sólo fiebre e infección del tracto superior respiratorio", afirmó un potavoz del departamento sanitario de Hong Kong. Los tres periodistas visitaron antes de fin de año un mercado de animales y el hospital donde fue tratado el único paciente con un diagnóstico confirmado desde que se declaró el fin de la epidemia, otro periodista de 32 años, identificado como Luo, cuya enfermedad se ha relacionado con un coronavirus hallado también en civetas salvajes. Luo negó haber ingerido civeta. La fuente de su infección continúa siendo un misterio. "Todavía están buscando. Todavía no hay respuestas", afirmó el portavoz en Beijing de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A falta de pruebas definitivas sobre la expansión de la enfermedad, las autoridades sanitarias chinas han establecido una campaña de exterminación de ratas, ratones y civetas. Con la llegada de las bajas temperaturas, China y la OMS han vigilado de forma estrecha una posible reaparición de la epidemia, que el año pasado causó la muerte de unas 800 personas en todo el mundo, 350 millones de ellas sólo en China. |