Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos estadounidenses han descubierto un pequeño grupo de moléculas que inhiben una toxina mortal relacionada con el ántrax. Este hallazgo podría servir para desarrollar nuevas formas de terapias para la enfermedad.



Según los investigadores, de la Facultad de Medicina de Harvard y del Centro Médico Beth Israel Deaconess (Boston), los resultados pueden permitir la creación de un nuevo fármaco que, combinado con antibióticos, trate la infección en su forma inhalatoria en el momento en que los antibióticos no son eficaces.



Existen tres tipos de infecciones: la cutánea producida por el contacto con animales contagiados, la gastrointestinal originada por la ingestión de alimentos contaminados y la causada por la inhalación de esporas de ántrax que es la forma más grave.



El germen del ántrax es tan peligroso porque, a diferencia de otras bacterias, puede producir una gran cantidad de una toxina mortal para la persona contagiada, incluso depués de que los antibióticos hayan destruido a la bacteria responsable de la enfermedad.



No hay actualmente una forma de luchar contra esta toxina aparte de un temprano tratamiento con antibióticos, que sólo curará la infección si actúan antes de que el nivel de esta toxina haya aumentado en el organismo.



Los investigadores estadounidenses han desarrollado una nueva técnica para detectar un gran número de pequeños fragmentos de proteínas con la esperanza de localizar algunos que pudieran frenar a la toxina e interferir con su funcionamiento normal. De esta manera, han localizado seis posibles candidatos que, según las pruebas de laboratorio, parecen tener ese efecto sobre la toxina del ántrax.



El profesor Lewis Cantley, uno de los principales investigadores, ha explicado que "la toxina se libera durante los primeros días de la infección y es impermeable a los antibióticos".



Los fármacos que podrían desarrollarse pueden luchar contra la toxina del ántrax de forma similar a como lo hacen los inhibidores de la proteasa contra el virus del sida. �stos inactivan las enzimas esenciales para la replicación y la integración del VIH en las células del organismo humano.



Según los autores del estudio, publicado en la revista 'Nature Structural & Molecular Biology', el desarrollo de un tratamiento basado en antibióticos y nuevos medicamentos, ofrecería grandes ventajas frente a una vacuna que requeriría que muchas personas fueran inmunizadas tanto si hubiera un brote de ántrax como si no. "Este abordaje no sólo reduciría el riesgo de los efectos secundarios, sino que también sería económicamente más rentable", concluyen.