Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Aunque todavía no ha sido aprobada su comercialización, los analistas de la industria farmacéutica pronostican que será sin duda alguna un "blockbuster" (como se denomina en el argot al producto que supera los 1.000 millones anuales de ventas). El ximelagatran, Exanta, un inhibidor de la trombina, se perfila como el anticoagulante de elección de los próximos años.



Estudio tras estudio, esta molécula está demostrando su excelencia para disminuir el riesgo de padecer trombos arteriales y venosos que conlleva un amplio grupo de patologías.



El último trabajo que evidencia hasta dónde puede llegar el ximelagatran se ha presentado esta misma semana en San Diego (EEUU), en el transcurso de la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología.



Se trata del estudio EXULT B (llevado a cabo en la clínica Scripps de la Jolla , California) en el que se ha comparado el ximelagatran frente a la warfarina 014el anticoagulante que más frecuentemente se usa hoy en día014 en 2.303 pacientes a los que se les había implantado una prótesis de rodilla. El riesgo de tromboembolismo secundario a este tipo de operación es muy elevado y ya es una norma que todos los que se someten a esta cirugía reciban warfarina o inyecciones de heparina (otro anticoagulante) durante, al menos, dos semanas para evitar una complicación que puede ser muy grave.



El problema de los anticoagulantes orales que se usan ahora es que hay que evaluarlos con frecuencia mediante análisis de sangre en cada paciente para ajustar la dosis. Ximelagatran es un fármaco que no necesita controles de ese tipo, con lo que, además de disminuir molestias y burocracia al enfermo, elimina también los gastos que generan estos chequeos.



Lo que se ha visto en el EXULT B es que el ximelagatran es más efectivo que la warfarina a la hora de disminuir la frecuencia de trombosis venosas en los pacientes operados de prótesis de rodilla. La diferencia en porcentaje absoluto entre un fármaco y otro es de algo más de 9 puntos a favor del ximelagatran. Así, hay que tratar únicamente a 11 pacientes con él para evitar un episodio de trombosis venosa.



Hemorragias



Todo medicamento que disminuye el riesgo de coágulos arteriales y venosos eleva el riesgo de sufrir hemorragias. Ximelagatran no es una excepción. Lo que sucede es que el porcentaje de estos problemas debidos a su uso no es superior al del fármaco con el que se ha comparado (warfarina).



El mayor inconveniente, además de su precio 014que se desconoce aún pero se supone que será elevado014, que tiene este nuevo producto es su relación con un aumento de los enzimas hepáticos, las conocidas transaminasas. En casi todos los estudios realizados con ximelagatran se ha visto un aumento de estas sustancias en un 10% de los pacientes. Esta anomalía, que no suele ir acompañada de síntomas de patología hepática, obliga a vigilar la bioquímica del hígado al menos durante los dos primeros meses de tratamiento.



Pasado ese periodo, es muy raro que los pacientes sin cambios en su analítica muestren con el tiempo anomalías en la misma; como también es poco frecuente que aquéllos que suspendieron su uso debido a estos problemas no vean cómo su análisis recupera la anormalidad en breve plazo.



La compañía Astra Zéneca, que ha sido la que ha descubierto Exanta, ya ha solicitado su comercialización a las autoridades sanitarias de EEUU.