Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Si usted tiene más de 50 años no fuma, no bebe, hace ejercicio regularmente, consume abundante fibra vegetal y vitamina D, y nadie en su familia ha tenido un cáncer de colon, quizá no tenga que temer en exceso la posibilidad de padecer esta enfermedad porque su riesgo es muy bajo. Sin embargo, si incumple alguna de estas 'normas' es usted un buen candidato para someterse a estudios de detección precoz de esta patología: un diagnóstico a tiempo puede permitir curar la enfermedad.



Es conocido que la detección precoz de algunos tumores ayuda a reducir su mortalidad. Sin embargo, hacer estudios a todas las personas sin discriminar si su riesgo es alto o bajo implica la realización de demasiadas pruebas diagnósticas, algunas de ellas incluso molestas para los propios pacientes. Además, supone un elevado gasto y mucho consumo de recursos públicos que se podrían emplearse para otras cosas más importantes. Por eso, tiene mucho interés conocer qué individuos tienen más probabilidades de tener el tumor para centrar los esfuerzos en estudiar a estos pacientes.



Un grupo de investigadores americanos ha valorado una serie de posibles factores de riesgo para ver cuáles se asociaban a una mayor posibilidad de desarrollar un cáncer de colon. Los resultados del estudio han sido publicados en el último número de la revista 'JAMA' y nos permiten hacer un boceto del perfil del paciente al que hay que prestar especial atención por tener más probabilidades de tener la enfermedad.



El estudio se hizo fundamentalmente en varones, de manera que no está claro si las conclusiones pueden extenderse también a las mujeres. Se incluyó a más de 2.000 individuos sin ningún síntoma y se vio que 329 de ellos tenían cáncer de colon, 1.441 no presentaban ninguna lesión y 391 tenían pólipos. Los factores asociados a un mayor riesgo de cáncer fueron los antecedentes familiares de cáncer y el consumo de tabaco y alcohol (beber al menos un vaso de alcohol al día). Los individuos que comían mucha fibra vegetal y vitamina D y que tomaban habitualmente antiinflamatorios mostraron un menor riesgo de tener un tumor. El ejercicio físico moderado también se asociaba a un menor riesgo.



Pólipos hiperplásicos



Por otro lado, se vio que los pacientes que tenían pólipos denominados hiperplásicos (crecimiento de la pared del colon) presentaban antecedentes muy similares a los que no tenían hallazgos sospechosos en la colonoscopia, y se parecían menos a los que tenían tumores. El único dato en común entre los pacientes con tumores y con pólipos era el hecho de haber fumado en el pasado. Un dato que sirve para corroborar la teoría de que estos pólipos son benignos y que no es preciso hacer estudios especiales ni seguimientos estrechos a los pacientes que únicamente presentan pólipos.



De manera que quizá se pueda establecer una estrategia de estudio que incluya a los individuos con factores de riesgo a los que sí habría que hacer pruebas para intentar detectar un cáncer de colon de forma precoz. Estos tests pueden incluir detección de sangre oculta en heces, colonoscopias o colonoscopia virtual mediante TAC helicoidal (tomografía computerizada o escáner), en función de los protocolos de cada centro. Por el contrario, los pacientes sin factores de riesgo pueden evitar estos estudios.



Estos datos, además, hacen suponer que ciertos cambios en los hábitos de vida, como dejar de fumar o de beber, comer mas sano o hacer más ejercicio podría ayudar a prevenir esta enfermedad, que hoy por hoy es la segunda causa de muerte por cáncer más frecuente en los EE UU. Aunque el estudio no está diseñado para llegar a esta conclusión, el hecho de haber encontrado relación entre estos hábitos y esta patología permite pensar que una vida más sana podría reducir el riesgo de tener el tumor.