Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

ATLANTA (CNN) -- Preocupados por los reducidos suministros de la vacuna contra la gripe, autoridades de salud estadounidenses están trabajando para redistribuir lo que queda en las existencias del país y pidiendo a compañías farmacéuticas europeas el envío de más dosis.

Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) advirtieron que el actual cepo de gripe que se expande por Estados Unidos es un tipo conocido por su severidad y tienen dudas sobre la efectividad de la vacuna en la prevención de la enfermedad.



Los brotes de influenza están expandiéndose en 13 estados 013la mayoría en la costa oeste del país- y sólo el distrito de Columbia y el estado de Massachussets no han reportado casos, dijo la directora del CDC, Julie Gerberding, en una conferencia de prensa el martes.

Más estadounidenses que nunca han procurado vacunarse contra la gripe este año reduciendo las 83 millones de dosis producidas en el país a un nivel que el CDC está pidiendo a los médicos que seleccionen los pacientes a los que les recomiendan la vacunación.

Cerca de 36.000 estadounidenses mueren cada año por gripe o enfermedades relacionadas con ella, dijo Gerberding. El 99 por ciento de las muertes ocurre entre los adultos de más de 65 años.

La vacuna que se usa ahora fue diseñada para proteger contra tres tipos de gripe, pero no para la cepa predominante detectada esta temporada 013tipo A-Fujian.

La producción de vacunas contra la gripe demora meses y es muy tarde para incrementar los suministros para la presente temporada, sostuvo Gerberding. El CDC ha identificado al menos medio millón de dosis pertenecientes a una compañía en Gran Bretaña, pero también llevará tiempo conseguir la aprobación gubernamental para su importación, afirmó.

Otras compañías europeas han sido contactadas sobre sus suministros pero llevaría tiempo cumplir con los requisitos de aprobación y licencia antes de la importación, dijo Gerberding.

Los fabricantes de la vacuna subestimaron la cantidad de dosis necesarias para este año ya que era imposible predecir la inusual demanda, resaltó Gerberding. El año pasado, 12 millones de dosis no utilizadas fueron destruidas en Estados Unidos, lo que costó a las compañías farmacéuticas millones de dólares, añadió.