Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un nuevo estudio revela una escasa diferencia entre las dosis de epoetina administradas por vía intravenosa (IV) y subcutánea (SC) durante el tratamiento de hemodiálisis (HD) cuando los niveles de hierro de los pacientes son adecuados. Este importante hallazgo del Estudio Europeo sobre el Tratamiento de la Anemia (ESAM) ha sido presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Nefrología (ASN).

El Dr. Claude Jacobs, del Hôpital de la Pitié-Salpétrière, de París, investigador principal del estudio, declaró que "muchos de los estudios previos sobre diferencia de dosis entre las vías de administración SC e IV de epoetina no contemplaron el control del hierro o presentaban otros fallos de diseño importantes. Los datos de estudios más recientes muestran una diferencia de dosis relativamente pequeña entre las vías SC e IV. Según los resultados del estudio ESAM, la diferencia podría ser tan sólo de un 4-6%, siempre y cuando exista una adecuada utilización de las reservas de hierro".

El estudio ESAM ha examinado los datos de 7.111 pacientes. La investigación incluyó únicamente a pacientes que recibieron epoetina a través de la misma vía de administración durante 6 meses y que presentaban unos niveles de hierro adecuados. La edad y el número de pacientes asignados a los grupos de administración SC e IV fueron similares y no hubo diferencias estadísticas respecto a los niveles de hemoglobina. Los autores observaron que las dosis de epoetina del grupo IV fueron un 4-6% superiores en comparación con el grupo de administración SC.

En la reunión de la ASN se presentó también un análisis multivariante de los datos de pacientes en HD tratados en 16 centros australianos incluidos en la base de datos sobre Tratamiento de la Anemia Asociada a Enfermedad Renal. El análisis incluye 498 pacientes además de un subgrupo de pacientes con niveles estables de hemoglobina durante 3 meses. Según los resultados de este análisis, los pacientes requirieron un aumento de la dosis de epoetina del 8,7% y 6,1% tras el cambio de administración SC a IV, respectivamente. No hubo variaciones significativas en los niveles de hemoglobina. Entre las variables observadas se incluyen el centro, el uso de inhibidores de la ECA, la presencia de diabetes, la frecuencia de administración y el índice de aclaramiento de la urea antes y después del cambio de administración.