La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el domingo que usará el polémico programa brasileño de tratamiento del VIH y del sida como modelo en su batalla para tratar a tres millones de enfermos pobres en todo el mundo con drogas antisida para el año 2005. La política brasileña de quebrar las regulaciones que rigen las patentes si los productores de las medicinas rehusan rebajar sus precios le permite proporcionar fármacos antirretrovirales (ARV) a 135 000 brasileños, casi la mitad de los 350 000 que reciben ese tratamiento en los países en vías de desarrollo. "El programa brasileño del VIH y del sida es un modelo para todos los países en desarrollo", dijo el director general de la OMS, Jong-Wook Lee en Brasilia durante una conferencia mundial de la salud. La OMS estima que seis millones de personas en países pobres necesitan el tratamiento de antirretrovirales. Sólo este año, cinco millones de personas resultaron infectadas por el VIH y tres millones, o lo que es lo mismo 8 000 casos diarios murieron, lo que hace crucial el tratamiento universal del VIH y del sida en las naciones en vías de desarrollo. Brasil ha evitado una epidemia de sida más extendida con la producción de copias genéricas baratas de fármacos patentados. El país sudamericano tiene ahora 600 000 personas con VIH, mucho menos que las estimaciones de mediados de la década del noventa, que pronosticaban 1,2 millones para el año 2000. Como parte de su cooperación con la OMS, Brasil está estudiando la producción de medicamentos a bajo costo en laboratorios públicos y privados, que la organización planea usar en su plan llamado "tres por cinco". Otra alternativa es la construcción de una fábrica brasileña en Mozambique que puede atender las necesidades de los países africanos vecinos. "No estamos interesando en que la medicina haga dinero, sino que se produzca a un costo extremadamente bajo para los que la necesiten", dijo el ministro brasileño de Salud, Humberto Costa. La OMS reclutó este año al antiguo director del programa brasileño de VIH y el sida, Paulo Teixeira, para encabezar sus esfuerzos contra la enfermedad. Lee dijo que la experiencia de Brasil sería crucial en la política de precios y licencias de medicinas de la OMS, así como en diagnósticos, selección de pacientes y cómo asegurar que las personas tomen las medicinas todos los días por el resto de su vida. |