Medicus Mundi, Cruz Roja y Farmacéuticos Mundi han hecho un llamamiento a la población para que no dé los medicamentos que les sobran a los países del Tercer Mundo. Estas ONG calculan que entre el 75 y el 95% de los medicamentos que se devuelven a farmacias para ser donados a los países pobres deben ser eliminados porque no son válidos. Con el objetivo de evitar que las personas envíen aquellos medicamentos que les sobran del botiquín de su casa, estas ONG han lanzado una campaña de sensibilización con el lema 'Medicamentos que no curan' que se dirige al personal sanitario, a los ciudadanos y a la industria farmacéutica, que también realiza donaciones. La coordinadora de la campaña, Susanna Blanch, ha asegurado que "muchos medicamentos que llegan a los países del Tercer Mundo están deteriorados y caducados". En ocasiones, los fármacos "están indicados para tratar el colesterol, la hipertensión o la depresión, cuando lo que necesitan son fármacos para tratar la malaria o la diarrea", ha añadido. A estos problemas, se suma el obstáculo de clasificar y seleccionar los medicamentos. "Llegan con cajas diferentes sin que el propio país lo haya pedido. Hay médicos que se están días o meses clasificandólo todo, con lo que dejan de atender las necesidades sanitarias de su población", señala la representante de Medicus Mundi, Helena del Cacho. Caducidad A pesar de la buena voluntad de la población, la donación de medicamentos puede llegar a provocar "problemas de salud a la población", según Blanch. Así, en Argentina devolvieron el año pasado una decena de contenedores de fármacos sin condiciones porque estaban caducados con fecha de los años 80 y 90. En otras ocasiones, los fármacos que llegan no cubren las necesidades propias del país que los recibe, sino al contrario. En la emergencia sanitaria que sufrió Sudán en 1990, este país recibió medicamentos para estimular el apetito para una población que se estaba muriendo justamente a causa del hambre. Para evitar este tipo de situaciones, las ONGs optan por adquirir medicamentos en las denominadas centrales de compras, donde se ofrecen fármacos en envases apropiados, que se presentan en decenas de idiomas para evitar confusiones, y que ayudan a tratar enfermedades que realmente atacan a los países del Tercer Mundo, según Blanch. Contenedores reglamentados Aquellas personas que tengan medicamentos sobrantes en casa deben introducirlos en los contenedores que hay en las farmacias para su posterior reciclaje. Estos establecimientos participan desde hace años en el programa Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases del Sector Farmacéutico de España (SIGRE). El presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Catalunya, Joan Duran, ha pedido a la población que "haga un uso racional de los fármacos", lo que "puede contribuir a ayudar al Tercer Mundo". "Parte del dinero que se destina al programa SIGRE podría ayudar a comprar medicamentos para los países pobres", ha señalado. La campaña, que ha recibido el apoyo de la Generalitat y de los cuatro colegios de farmacéuticos de Catalunya, consistirá en hacer llegar información a la población civil, a través de los propios farmacéuticos, e impulsar talleres de sensibilización entre el personal sanitario y las |