Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las enfermedades de los empleados de oficina en los países industrializados podrían reducirse utilizando lámparas de rayos ultravioletas para matar los gérmenes en los sistemas de ventilación, según un estudio.



La irradiación germicida ultravioleta, conocida por sus siglas en inglés UGVI, se suele utilizar en los hospitales para desinfectar el aire, pero pocas veces se utiliza en las oficinas o en otros tipos de edificios debido a la falta de pruebas de que resultase beneficiosa.



Alrededor del 70 por ciento de la fuerza laboral de América del Norte y Europa occidental trabajan en oficinas.



Empleados sufren con frecuencia de problemas médicos relacionados con el trabajo, tales como irritación de la garganta, la nariz y los ojos, así como de enfermedades respiratorias.



En un estudio publicado esta semana en la revista médica The Lancet, científicos canadienses dijeron que la técnica redujo el total de enfermedades de los obreros en un 20 por ciento, que incluyó un 40 por ciento de reducción en problemas respiratorios.



"La instalación del UGVI en la mayoría de las oficinas norteamericanas podría resolver los síntomas relacionados con el trabajo en unos 4 millones de empleados, ocasionados por la contaminación (con gérmenes) en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado", dijo el director del estudio, el doctor Dick Menzies, de la Universidad McGill de Montreal, Canadá.



"El costo de la instalación de un sistema UVGI podría resultar un ahorro a largo plazo debido a las pérdidas anuales debido a las ausencias de los empleados por enfermedades relacionadas con los edificios" donde trabajan, agregó el doctor.



Un total de 771 empleados de tres edificios de oficinas de Montreal participaron en el estudio.



Las lámparas ultravioletas se mantuvieron encendidas durante cuatro semanas y luego se apagaron por doce semanas. El ciclo se repitió tres veces, hasta que pasó casi un año.



El uso de las lámparas resultó en un 99 por ciento de reducción de la concentración de gérmenes en las superficies irradiadas de los sistemas de ventilación.



En los empleados que presentaban síntomas en algunas de las semanas estudiadas, el uso de las lámparas resultó en una reducción del 20 por ciento en todos los síntomas, una reducción del 40 por ciento en los síntomas respiratorios y un 30 por ciento de reducción en los problemas de las mucosas.



Los beneficios fueron mayores en los casos de empleados con alergias conocidas y de personal que nunca había fumado.



Cuando las lámparas estaban encendidas, la frecuencia de quejas acerca de problemas musculares entre los no fumadores se redujo a la mitad, y la frecuencia de problemas respiratorios entre esos empleados, relacionados con el trabajo, declinó en un 60 por ciento.