Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los españoles siguen temiendo la discriminación por padecer sida. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, advirtió ayer de que el rechazo a las pruebas diagnósticas lleva a que un 25% por de los infectados en España (unos 150.000) no saben que tienen el virus, y a que un 37,7% de los casos diagnosticados no puedan beneficiarse de los importante tratamientos antirretrovirales porque ya han desarrollado la enfermedad, según recoge el diario EL PERIODICO.



Según datos del Plan Nacional sobre el Sida, a la cabeza de los nuevos casos que se identificaron tardíamente en el 2002 figuran los heterosexuales, con un 62,6%. Los homosexuales suponen un 23,1%, y los toxicómanos, un 15,3%.



Riesgo general



Pastor, que presidió la presentación de la campaña institucional bajo el lema Vive y deja vivir, insistió en la necesidad de "normalizar la prueba del VIH" y empezar a afrontarla "de manera más realista". Añadió que el diagnóstico precoz "permite acceder a un tratamiento eficaz, mejora la calidad de vida, aumenta la supervivencia y hace posible adoptar medidas para evitar la transmisión del virus".



A juicio de Pastor, el peligro de contraer el sida "lo tenemos todos" y es una equivocación hablar de grupos de riesgo. "Hay que fomentar una cultura del sexo seguro, en especial entre los jóvenes, que todavía tienen una percepción de riesgo baja", pidió la ministra.



Según el director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, la epidemia tiende a la estabilización en España, después de un descenso importante a partir de 1996. Desde entonces, la incidencia se ha reducido en un 70%.



El año pasado se cerró con 2.329 nuevos casos, lo que supone un descenso del 3,3% respecto a los 2.409 del 2001. Esta leve disminución continúa en lo que va año. Según Martín Moreno, la incidencia entre drogodependientes que se inyectan heroína ha bajado de forma drástica "por una mayor sensibilización", y el contagio entre heterosexuales es ya la primera vía de infección.



Sensibilizar a los médicos



La vicepresidenta de la Cruz Roja, Manuela Chavero, insistió en que hay que seguir luchando contra la estigmatización que sufren los enfermos, sobre todo entre el colectivo médico. Chavero denunció que los facultativos han favorecido "en buena parte la extensión de la discriminación, al evitar en muchos casos tratar a estos afectados". "El estigma hace que el sida se multiplique, ya que el enfermo tiene miedo de acudir al médico y la infección se sigue extendiendo", denunció Chavero.



Luis Morante, que a sus 34 años lleva media vida con el virus, aseguró que el colectivo malvive con la enfermedad, no por la atención médica, "que es de buena calidad", sino por la carencia de servicios sociales, la mala situación económica y la discriminación social.