Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Al menos 100 000 personas murieron de sida en los últimos doce meses en América Latina, región en la que hay más de dos millones de infectados, reveló el martes un estudio del programa de las Naciones Unidas sobre el sida (ONUSIDA). El informe anual de ONUSIDA y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) precisó que 200 000 habitantes de países latinoamericanos contrajeron el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) en el 2003, lapso durante el cual murieron 100 000 infectados en la región.

De acuerdo con el informe publicado este martes en forma simultánea en varias capitales europeas, la cifra de decesos es la más alta a nivel regional después de África subsahariana y Asia, las zonas más afectadas del mundo por el sida.

Los autores de la investigación señalaron que el VIH/sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) está "muy arraigado" en América Latina, donde la prevalencia nacional del VIH es de al menos del 1,0% en 12 países, todos ellos del Caribe. Las estimaciones nacionales más recientes pusieron de manifiesto que la prevalencia del VIH entre mujeres embarazadas alcanza o supera el 2% en seis países: Bahamas, Belice, República Dominicana, Guyana, Haití y Trinidad y Tobago. Por el contrario, la mayoría de las demás naciones de la región presentan epidemias altamente concentradas, en especial en América del Sur, donde Brasil (país más poblado de la zona) tiene al mayor número de infectados con el VIH en América Latina y el Caribe.

El informe destacó la disminución de infectados en las urbes brasileñas gracias a programas oficiales aplicados en los años noventa, pero exhortó al gobierno brasileño a no "dormirse en los laureles" dado que la epidemia continúa a niveles altos en el sur del país. Indicó que las principales formas de transmisión en América Latina derivan de comportamientos de riesgo como el inicio de la actividad sexual precoz, las relaciones sexuales sin protección con parejas múltiples y el uso de material de inyección no estéril. Sin embargo, el informe aclaró que dependiendo de la zona de la región, la transmisión sexual se ha dado por uno u otro medio. Precisó que en la mayor parte de Sudamérica el VIH está transmitiéndose de manera especial por medio del consumo de drogas intravenosas y las relaciones sexuales entre varones, con la subsiguiente transmisión heterosexual a otras parejas sexuales.

En América Central, agregó, la mayoría de las infecciones por el VIH parecen producirse por transmisión sexual, tanto heterosexual como entre varones, y en el Caribe predomina la transmisión heterosexual, en muchos casos, asociada al comercio sexual. Aseguró que Puerto Rico es la excepción al resto de países de la zona caribeña respecto al contagio, pues el consumo de drogas intravenosas es el principal transmisor de la epidemia.

Haití es el lugar en el que la epidemia de sida es más grave de toda América Latina junto a la República Dominicana. En Haití, país que tiene el índice de salud y algunos otros indicadores de desarrollo más bajos de toda la región, la epidemia de VIH se cobra 30 000 vidas por año y ha dejado huérfanos a unos 200 000 niños, según estimaciones manejadas por ONUSIDA. Los niveles de prevalencia nacional del VIH en Haití se han mantenido próximos al 6% desde finales de los años ochenta.

En la República Dominicana, anotó el informe, los esfuerzos de prevención realizados en los últimos años parecen haber estabilizado la incidencia del VIH entre la población de quince a veinticuatro años de edad en Santo Domingo, la capital del país. Tras alcanzar en la capital dominicana el 3% en 1995, la prevalencia del VIH entre las mujeres embarazadas de ese grupo de edad bajó a menos del 1% gracias al uso del preservativo y al descenso del número de parejas sexuales de éstas.

El informe mencionó como casos preocupantes o paradigmáticos la situación de Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia y Perú, pero no evocó la situación en México o Argentina, dos de los países más poblados de la región. La investigación subrayó que "será imposible vencer la epidemia hasta que los países no se avengan a las razones ocultas aunque extendidas del consumo de drogas intravenosas y las relaciones sexuales entre varones. Estigmatizar y negar estos comportamientos sólo puede avivar la silenciosa propagación de la epidemia que ya se ha iniciado en esta región", resaltaron los autores del estudio. Advirtieron que "unos datos epidemiológicos y sobre comportamientos de mejor calidad, junto con una movilización social y política reforzada en el ámbito del sida, pueden incentivar las respuestas necesarias para hacer frente a las realidades de la epidemia".

El informe fue hecho público este martes con motivo de la próxima celebración, el 1 de diciembre, del día internacional de la enfermedad. Según el balance de ONUSIDA en todo el mundo viven infectados con el VIH unos 40 millones de personas (26,6 millones en África), incluidos 2,5 millones de niños menores de quince años. El último informe señaló que el año pasado cinco millones de personas se contagiaron con la enfermedad y tres millones murieron a causa de ella.