Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El sida nunca causó tantas muertes y nuevos infectados como en este año, según los resultados del informe anual del programa ONUSIDA de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el martes en Londres.

De acuerdo con el informe, este año murieron unos tres millones de personas a causa del sida, y cinco millones resultaron infectados con el virus. "Nuestros actuales esfuerzos mundiales no bastan ante una epidemia que sigue estando fuera de control", dijo el director de ONUSIDA, Peter Piot. El informe corrige las anteriores cifras un poco hacia abajo. Los datos de cinco millones de nuevos infectados y 3,1 millones de muertos por sida del año pasado demostraron ser algo altas, explicó el epidemiólogo de ONUSIDA, Peter Ghys. Sin embargo, esto no significa que el número de los infectados por VIH haya bajado o que la epidemia de sida esté en retroceso, subrayó ONUSIDA. Mejores datos habrían conducido a mejores estimaciones.

De acuerdo con el nuevo informe, actualmente hay unos 40 millones de infectados con VIH en el mundo, entre ellos 2,5 millones de niños y jóvenes menores de quince años. En el 2003 se contagiaron por día 14 000 personas con el virus. De éstas, más del 95% vive en países con ingresos medios o bajos. Los países más afectados son los del sur de África. Allí está infectado el 20% de todos los adultos, el mayor porcentaje desde que surgió la epidemia del sida. "Los programas efectivos de prevención del sida deben ser mejorados drásticamente si queremos tener una posibilidad realista de reducir el número de nuevas infecciones", dijo Piot.

Una nueva ola de sida amenaza a China, la India, Indonesia y Rusia, según el informe. En esos países la mayoría de las infecciones se debe a las relaciones sexuales sin protección y el empleo de drogas que son administradas con jeringuillas. Además, el informe dice que hay claras señales de alarma porque Europa del este y Asia central podrían ser los lugares de origen de nuevas epidemias de sida.

Si bien las campañas políticas y las inversiones en la lucha contra la enfermedad aumentaron constantemente en los últimos años, las mejoras son demasiado escasas. Se debe mejorar urgentemente el acceso a los tratamientos. Además de las insuficientes posibilidades de tratamientos, el informe de ONUSIDA critica especialmente que en muchos países afectados se hace "sorprendentemente poco" para implementar medidas de prevención útiles y bajas en costos.