Un nuevo estudio en animales de experimentación, desarrollado por investigadores de Rockefeller University, New York University y de Intra-Cellular Therapies Inc. (todas en EE.UU.), puede esclarecer las raíces neurológicas de la esquizofrenia y de otras enfermedades mentales complejas en las que muchos de los sistemas de neurotransmisores cerebrales parecen funcionar erráticamente en conjunto. Los resultados del nuevo trabajo se publican ahora en la última edición de la revista Science. Los autores del estudio han observado que tres compuestos químicos, cada uno actuando en distintos aspectos del funcionamiento cerebral, causaban síntomas parecidos a la psicosis en anumales de laboratorio afectando a una proteína en particular. Cuando los científicos inyectaron a los ratones anfetaminas, LSD o PCP, cada uno de estos compuestos producía algunos síntomas parecidos a los de la esquizofrenia en los seres humanos. Pese a actuar en distintos sistemas de neurotransmisores, cada compuesto parecía anular una ruta de señalización que se dirige a una proteína llamada DARPP-32, que aparentemente activa las rutas que causan los síntomas. Los ratones con un borrado genético de DARPP-32, que evitaba este efecto, no mostraron estos comportamientos, según los investigadores. Esto indica la posibilidad futura y potencial de desarrollar tratamientos que combatan la esquizofrenia y otras enfermedades mentales. |