Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Líderes del Congreso de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para destinar 2 400 millones de dólares durante el año fiscal 2004 para combatir el sida en África y otras regiones en vías de desarrollo, informaron fuentes legislativas. El hecho refleja el deseo de líderes de ambas cámaras de poner en marcha un plan de 15 000 millones de dólares, en un plazo de cinco años, para la lucha global de Estados Unidos contra la crisis del sida, considerada la peor de la salud de la humanidad en este siglo.

El Congreso aprobó el 16 de mayo pasado la iniciativa de la Casa Blanca para combatir la propagación del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) en países en desarrollo. El proyecto de ley autorizó la puesta en marcha del programa global contra el sida, pero el dinero para implementarlo debía aprobarse por separado, y ése es el propósito del acuerdo de hoy. El acuerdo autoriza fondos para el cuidado médico de 10 millones de pacientes infectados con el virus del sida y para el tratamiento de otras dos millones de personas pobres en 12 países de África y dos en el Caribe (Guayana y Haití).

El dinero también serviría para combatir la tuberculosis y el paludismo, según el proyecto de ley que se llevará a votación posiblemente esta misma semana. También provee fondos para ayudar a unos 13 millones de niños que han quedado huérfanos por la epidemia del sida. Los legisladores tienen previsto incluir más fondos para la lucha contra la enfermedad en otros dos proyectos de ley aún pendientes en el Congreso y que también serían votados esta semana.

Desde que se identificó el sida a comienzos de la década de 1980, han muerto unos 25 millones de personas en todo el mundo por su causa. En África, donde hay 30 millones de personas portadoras del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), la propagación del mal ha adquirido condiciones de epidemia en varios países. Los congresistas también acordaron aprobar 650 millones de dólares para otro plan del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que otorgará asistencia económica a países que pongan en marcha reformas democráticas y económicas.