Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El Vaticano realizó el lunes una conferencia de científicos, especialistas médicos, funcionarios de la ONU y agricultores sobre alimentos genéticamente modificados, que según algunos miembros de la curia vaticana podrían ayudar a combatir el hambre en el mundo.

El simposio de dos días fue organizado por el consejo pontificio para la justicia y la paz, encabezado por el Cardenal Renato Martino, que con frecuencia defendió los beneficios potenciales de estos alimentos. Los escépticos de la tecnología fueron igualmente invitados. Los detractores consideran que han sido exagerados los beneficios de estos productos.

01CSomos plenamente conscientes de que las posibilidades en juego son enormes y delicadas01D, dijo Martino, al referirse a las discrepancias que existen en torno al tema, los intereses comerciales y los temas éticos involucrados, y 01Clas dificultades para defender científicamente un material sometido a una investigación en desarrollo01D.

Martino sugirió en entrevista de prensa que el Vaticano quizás considere respaldar el uso de semillas y alimentos genéticamente modificados para combatir el hambre mundial, tema que preocupa enormemente a la Santa Sede y que se opone a la planificación familiar artificial como forma de mejorar la alimentación en el mundo en desarrollo.

Martino agregó que deseaba reunir a los especialistas en la materia para que el Vaticano tenga un conocimiento mayor y pueda formular sus propias conclusiones.

01CEl problema del hambre afecta a la conciencia de cada hombre y en particular la de los cristianos01D, dijo Martino en agosto a la radio del Vaticano. 01CPor esta razón, la iglesia Católica sigue con especial interés todos los acontecimientos científicos para solucionar una situación que aflige a una gran parte de la humanidad01D.

Un respaldo del Vaticano a las semillas y alimentos biológicamente modificados seguramente hará incomodar a varios países europeos, que impusieron una moratoria en la importación de dichos productos, y a países africanos como Zambia, que rechazó la ayuda de alimentos genéticamente modificados.

No todos los especialistas respaldan la tecnología. 01CUna cosa es correr riesgos con una tecnología que depare milagros, digamos en el área de la agricultura01D, dijo la microbióloga norteamericana Margaret Mellon, 01Cy otra es correr riesgos con una tecnología que es esencialmente una mera manipulación de las tecnologías agrícolas modernas01D. Mellon será una de las oradoras del simposio.

El respaldo Vaticano seguramente será elogiado por Estados Unidos, donde varias corporaciones del ramo han realizado publicidad sobre los beneficios de estos alimentos y semillas manipuladas específicamente para resistir a ciertos insectos y enfermedades. Estados Unidos, respaldado por Canadá y Australia, entabló una demanda judicial en la Organización Mundial de Comercio contra la Unión Europea por la prohibición de usar semillas genéticamente modificadas, que fue impuesta hace cinco años.

El doctor Nam-Hai Chua, director del laboratorio de Biología Molecular de Plantas de la universidad Rockefeller, considera seguras tanto las semillas como los alimentos genéticamente modificados, e insistió que 01Cno solamente no han muerto grandes cantidades de personas, sino que no ha muerto ni una de ella por consumirlos. Como científico, mi conclusión sería que nuestras normas reguladoras actuales son adecuadas para proteger la seguridad de este tipo de producto01D, agregó el doctor.

Chua insistió que todos los productos deben ser examinados caso por caso. 01CEmpero, ello no significa que exista algo intrínsecamente malo o perverso en esta tecnología. Depende de como es usada, y debemos usarla con los procedimientos reguladores adecuados01D.