Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Dos estudios, desarrollados por investigadores de Washington University School of Medicine (EE.UU) y de RIKEN en Yokohama (Japón), confirman que las enfermedades autoinmunes pueden tener un origen común y comparten un conjunto de genes que determinan la susceptibilidad relativa de cada persona.



Los nuevos trabajos, publicados en la última edición de la revista Nature Genetics, aportan una importante clave sobre el mecanismo subyacente en estos procesos, que constituyen la familia completa de las afecciones autoinmunes.



Los autores del primer estudio, desarrollado en Washington University, informan que han identificado un interruptor genético defectuoso que tiene relación con la susceptibilidad a presentar psoriasis, que afecta a una de cada 50 personas en el mundo occidental. Según los investigadores, la comunidad de personas con psoriasis alberga esperanzas en estos avances del conocimiento.



La Fundación Nacional de Psoriasis de Estados Unidos ha contribuido aportando medios para el banco de tejidos empleado en los experimentos de este trabajo. En el segundo estudio, investigadores japoneses informan que han hallado un interruptor genético defectuoso que tiene relación con la vulnerabilidad a la artritis reumatoide, que puede llegar a afectar hasta a una de cada cien personas en la población mundial.



Pese a que las causas de la artritis reumatoide se desconocen, tanto los factores genéticos como medioambientales están implicados en la enfermedad. Los parientes de los individuos afectados registran un riesgo relativo de desarrollar la enfermedad, entre dos y 17 veces superior, que la población general.