Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo del Scripps Research Institute publica en "Science" un descubrimiento sorprendente: han encontrado ozono en la placa de ateroma que se forma en las arterias de los afectados por la arteriosclerosis.



Desde hace un año y medio investigan la producción de moléculas de ozono en el organismo humano. Así, han observado que ciertos anticuerpos generan un producto con la firma química del ozono, molécula altamente reactiva que nunca ha sido hasta hace muy poco considerada parte de la biología.



Además de describir sus experimentos, también proponen una nueva hipótesis: el organismo produce ozono para defenderse de invasores como bacterias y virus, pero las sustancias derivadas oxidan el colesterol y dan lugar a la formación de la placa. Describen cómo el ozono puede desencadenar cambios patológicos en otras moléculas del organismo. Por ejemplo, las de colesterol son disgregadas por el ozono para producir sustancias tóxicas. Los científicos describen dos de estas sustancias, a las que llaman ateronales, las cuales encontraron en placas ateroscleróticas que fueron extirpadas quirúrgicamente de pacientes.



En su opinión, estas sustancias recién identificadas son críticas en la patogénesis de la arterioclerosis, dado que son tóxicas para los leucocitos, las células musculares lisas y las de la pared arterial, principales tipos de células que se encuentran en la placa de ateroma. Además, consideran que los ateronales y productos similares derivados de la ozonolisis pueden contribuir a enfermedades autoinmunes como el lupus, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide.



Los autores también detallan cómo descubrieron ateronales en la sangre de pacientes con arteriosclerosis avanzada pero no en individuos sanos, lo que sugiere que dichas sustancias pueden ser un buen indicador de inflamación arterial en estadio avanzado y constituir la base para un test diagnóstico de la aterosclerosis.



Science 2003;302:1053-1056